Diferentes pero iguales Muestra

El respeto

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe” (Gálatas 5:22).

El respeto es vital para el buen desarrollo de las relaciones interpersonales. Sin respeto, es muy difícil construir vínculos saludables.

Respetar es entender que las diferencias no son un ataque directo para destruir al otro. Es imposible convivir con otro ser que sea como lo quiere el otro, o que sea igual.

Si alguien es como quiero que sea, se pierde a sí mismo y deja de ser quien es. Si es igual que yo, se convierte en una relación monótona. ¿Quieres vivir contigo mismo? Cambiar es una responsabilidad individual y personal. El enfoque debe ser mi propio cambio.

Lo que hace especial una relación es que aprendan a ver belleza en sus diferencias.

Responder esta pregunta les puede ayudar:

¿Cómo pueden usar esas diferencias para llegar más lejos juntos?

La clave está en respetar y aceptar lo que soy y lo que es el otro; mejorar cada día, verse como un equipo y no como rivales, y llegar a acuerdos.

Si hasta ahora no han logrado ver belleza en sus diferencias y esto les impide avanzar en su relación, busquen ayuda.

Respetar es amar. No tenemos que estar de acuerdo en todo; podemos ver las cosas diferentes y aun así tratarnos con tolerancia y cortesía.

¿Qué tal si hoy conversan y deciden entenderse más allá de lo que hasta ahora lo han hecho?

“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia” (Colosenses 3:12).

- Abigail González (@abimgonzalezr07).