Rut Y Noemí, Una Historia De RedenciónMuestra
Los migrantes que han experimentado la gracia y hospitalidad de los hijos de Dios por todo el mundo son testigos directos, de lo que pudo haber experimentado Rut en su encuentro con Booz en el campo de cosecha.
Al igual que Booz, los cristianos comprometidos con la fe, el amor y la compasión hacia su prójimo, lo demuestran queriendo ayudar siempre a quienes son más vulnerables o están en necesidad.
En nuestro texto del día, vemos que Booz ha sido increíblemente bueno y generoso con Rut. No solo le permite tener acceso ininterrumpido a su campo para recoger las espigas que dejaban los cegadores, sino que también le permitió beber y comer de lo preparado para sus trabajadores, como señal de protección y cuidado para con ella.
Y es que, esto querido amigo, es lo que precisamente hace la gracia de nuestro Señor Jesucristo, satisface una necesidad que no podemos satisfacer por nosotros mismos. Y al igual que Rut y Booz, tú y yo estamos llamados no solo a reconocer la gracia que hemos recibido de parte de Dios, sino también ofrecerla. Pues, la gracia es contagiosa y pasa de una persona a otra y no se puede contener, o esconder. Dios bendijo a Booz en tiempos de escasez, y este luego dispenso gracia para con Rut al permitirle cosechar lo que ella no había sembrado, y Rut hizo lo mismo con su suegra Noemí, al compartirle de lo que ella había recogido.
El Evangelio de Mateo cap. 10:8 nos dice que cuando Jesús colisionó a sus discípulos para ir a anunciar las buenas nuevas del reino de los cielos a las ovejas descarriadas de Israel, les dijo que anunciaran lo siguiente: “El reino de los cielos estaba cerca”. También les dio autoridad para sanar a los enfermos y expulsar demonios. En otras palabras, que lo que habían recibido gratis, lo dieran gratuitamente. Hay traducciones de la Biblia que traducen gratuitamente como gracia. Para connotar el favor inmerecido de Dios, el cual nos permite compartir con otros en libertad, lo que Dios nos ha otorgado por gracia. Como dice la letra de la canción de gracia divina: “Gracia sobre gracia como las olas del mar, siempre suficiente, siempre más".
Algo interesante de nuestro texto del día es que al ver Noemí la cantidad de espigas que había recogido Rut, le hizo preguntar quién la había bendecido tanto. Es que, esto también pasará con nosotros queridos amigos, cuando las personas vean la evidencia de la gracia de Dios en nuestras vidas, se sentirán tentados a preguntarnos acerca de la Fuente de nuestra gracia. Y esta será una oportunidad de oro para anunciar las buenas nuevas de nuestro redentor y salvador Jesucristo.
Queridos, la gracia de Dios en nuestro corazón, siempre nos moverá a la compasión, la amabilidad, la generosidad y el perdón. Entre muchas otras virtudes. Pero, si hoy te sientes como Rut y Noemí en su momento, es decir como extranjero o forastero en algún lugar, o estas pasando por momentos de necesidad, o a lo mejor has perdido a muchas personas queridas en tu vida en este tiempo.
Quisiera invitarte hoy a acercarte al trono de la gracia de nuestro Señor Jesucristo y puedas abrir tu corazón ante Él, con el fin de que no solo recibas misericordia, sino también ayuda y dirección. Es decir que el Señor, te pueda guiar a los lugares de provisión y consuelo que ya tiene reservados para ti. Es mi oración y mi petición a Dios por tu vida y necesidad en este día.
¡Dios te bendiga!
Escrituras
Acerca de este Plan
El libro de Rut nos presenta una de las narraciones más cautivadoras de la Biblia, una historia que resuena con nuestras propias vidas, enfrentada en muchas oportunidades al dolor y a pérdidas paralizantes. Nuestra historia trata de dos viudas pobres, migrantes, desesperadas. Al final, veremos que Dios siempre estuvo presente dirigiendo de forma silenciosa, pero compasiva los pasos de estas mujeres hacia la redención.
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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://Conectar.conociendoaDios.net