Reconstrúyeme Muestra

Manos a la obra: "A ENTREGAR LAS PIEZAS"

El Corazón:

Versículos del 10 al 12

Un corazón limpio no era suficiente, David supo valorar el poder de Dios, pidiéndole algo que solamente él puede hacer, algo nuevo. Este versículo en hebreo comienza con el verbo BARA que también se usa en Génesis 1 para la creación de los cielos y la tierra, pero se usa estrictamente para describir lo que solo Dios puede hacer.

La Alegría y Alabanza:

Versículos del 14 al 17

David sabía que delante de Dios su culpa iba a ser removida a tal punto de poder cantar en voz alta nuevamente con esto aprendemos que el pecado no confesado nos enmudece. Mientras estemos así, estaremos silenciados de un espíritu de verdadera alabanza, podemos cantar sin realmente estar alabando, podemos estar yendo a la iglesia sacrificialmente incluso sirviendo, podemos estar en un voluntariado trabajando para gente que lo necesita, dando cualquier sacrificio u ofrenda, pero David nos ayuda a reconocer que todo eso sigue siendo vacío sin el espíritu correcto, porque lo que Dios realmente desea está en el corazón del hombre, Dios eso no lo desprecia, a diferencia de nosotros hombres y mujeres que no solo despreciamos corazones humillados sino que los juzgamos, al verlos en situaciones incorrectas. A David muy probablemente le pasó, ya que su conducta en ese momento era la esperada por Reyes que no amaban a Dios, y podemos pensar en que causó desconcierto en muchos, pero para David lo que pensaran los demás no fue lo más importante, pues saber que Dios no le despreciaría era suficiente para Él, y debe serlo para nosotros.

No te dejes intimidar por el rechazo de la gente o de la iglesia para buscar restauración, que lo que realmente te dé temor es que tu corazón se endurezca y se convierta en un corazón insensible al pecado, un corazón obstinado y rebelde contra Dios, inminente e incorregible.

Las Relaciones:

Versículo 18 al 19

Estos versículos hacen referencia a la restauración del bien con su pueblo / reino. David entendió que su falla fue principalmente contra Dios, pero también como hombre, esposo, como padre, como Rey, como líder del pueblo de Dios, temía que su pueblo sufriera y perdiera el favor de Dios por causa de su pecado.

Por lo general lo más roto en nuestras relaciones es nuestra relación con Dios, y debería ser la más importante, es el eje de todo lo demás de nuestra vida. Cuando nosotros no permitimos que Dios reconstruya nuestra relación con él y así en cada pieza que lo necesite, nuestro testimonio, nuestras responsabilidades en el reino de Cristo, nuestros amigos, familia, ministerio y llamado pueden verse afectados y estancados perdiendo el favor, propósito y significado con el que Dios nos los ha dado a nuestra vida.

Siempre es un buen momento para comenzar de nuevo y dejar que Dios reconstruya nuestra vida y construya su obra en nosotros, su inagotable amor es capaz de restaurar todo.