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After God's Own Heart

DÍA 4 DE 5

Pecado y arrepentimiento

Cuando estaba aprendiendo a conducir, mi madre me pidió que sacara su auto del garaje antes de ir a hacer unos trámites. Tomé sus llaves y comencé a dar marcha atrás, pero en el proceso, raspé el parachoques delantero contra la pared. Pensé que se pondría furiosa, así que inmediatamente comencé a pensar en formas de ocultar lo que había pasado. Felizmente, respiré hondo y decidí decirle la verdad. Gracias a Dios, ¡me perdonó de inmediato! Igual tenía que arreglar el auto, pero todo mi miedo y ansiedad desaparecieron cuando decidí confesar lo que había hecho.

Hay una verdad ineludible: todos somos pecadores. Cada uno de nosotros, en un momento u otro, ha hecho algo que no debió haber hecho. Probablemente, cada uno de nosotros también ha experimentado el momento de decisión que viene después de pecar. Nos preguntamos temerosos: "¿Debo confesar lo que hice, o debo intentar ocultarlo?". En el fondo, todos esperamos que nuestro pecado pueda permanecer oculto, pero nunca sucede realmente.

En 2 Samuel 11-12, David aprendió esta lección en carne propia. Su cadena de pecados comienza con su decisión de no ir a la batalla con el resto de su ejército. En su lugar, se queda en Jerusalén y comete adulterio con Betsabé, la esposa de su leal soldado Urías. Cuando se entera que Betsabé está embarazada, hace todo lo que está a su alcance para ocultarlo y acaba exponiendo a muerte a Urías en el campo de batalla. Es probable que David pensara que había logrado ocultar su pecado, pero nada queda oculto a Dios. Dios envía a Natán para que confronte a David sobre lo sucedido, y David finalmente confiesa. Aunque aún debe soportar las consecuencias de sus actos, se da cuenta de la obra de Dios y decide alabarlo y adorarlo.

Es fácil mirar el pecado de David y pensar "Al menos yo no he hecho nada así de malo". Pero sabemos que todo pecado es destructivo, por grande o pequeño que sea. Desearíamos que nuestros pecados permanecieran ocultos, pero nada de lo que hacemos, decimos o incluso pensamos queda oculto para Dios. Sin embargo, a pesar del hecho de que Él sabe todo lo que hemos hecho mal, Dios aún desea concedernos su perdón. Cuando pecamos tenemos dos opciones: ocultarlo y dejar que la vergüenza y la culpa nos persigan hasta que salga a la luz, o confesarlo a Dios, que sabe todo lo que hemos hecho y ya nos ha perdonado. Me pregunto cuánta alegría y libertad experimentaríamos todos, incluso hoy, si tan solo eligiéramos caminar en la luz.

PREGÚNTATE: ¿Qué cosas has escondido que te están deprimiendo? ¿Qué tan libre te sentirías si se lo contaras a alguien? ¿Has orado a Dios y se lo has confesado? ¿Con quién en tu vida puedes confesarte y caminar en la luz de forma habitual?

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

After God's Own Heart

El rey David es descrito en el Nuevo Testamento como un hombre conforme al corazón de Dios, lo que significa que su corazón estaba alineado con el de Él. Nuestro objetivo al estudiar la vida de David, es analizar las cosas que hizo en el 1˚ y 2˚ libro de Samuel, con el fin de que Dios moldee nuestro corazón y tengamos una intensa dedicación y espíritu parecidos al que David mostró a lo largo de su vida.

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Queremos agradecer a Grace Bible Church por proveer este Plan. Para más información, por favor visita: https://www.grace-bible.org/college