Goliat debe caer: Ganando la batalla contra tus gigantesMuestra

AVANZAR HACIA LA VICTORIA

Al final de la historia de David y Goliat, leemos, "Entonces David triunfó sobre los filisteos con una honda y una piedra; sin una espada en su mano, él derribó al filisteo y lo mató" (1 Samuel 17:50). En cuestión de horas, un pastor armado sólo con una honda y su fe en Dios derribó a un temible gigante que había estado insultando a los israelitas durante cuarenta días. Tu Pastor , Jesús, hará lo mismo en tu vida si se lo permites (ve Juan 10:11).

En el Salmo 23:5, David dice del Señor, "Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores." Jesús, tu Salvador, te promete guiarte, protegerte...no en la ausencia de tus enemigos, sino en su presencia. A medida que las presiones, la oscuridad y las luchas de tus gigantes te encierren, tu Pastor despliega un festín de provisión ahí mismo en medio de la batalla. Él te da todo lo que necesitas, no sólo para sobrevivir, sino para prosperar mientras navegas en el camino de la libertad.

La Biblia dice que Jesús no sólo es tu Buen Pastor, sino el León de Judá (ve Apocalipsis 5:5). Su rugido reina las naciones. Su voz hace temblar al enemigo. Sólo por un tiempo, a Satanás se le ha permitido merodear y buscar grietas por las cuales meterse en tu mente. Si no lo detienes, él estará sentado a tu mesa. Si él está a tu mesa, trabajará para erosionar tu confianza en Dios. Tratará de decirte que estás solo en la lucha y no tienes oportunidad de ver a tus gigantes derrotados.

En esos momentos necesitas hacer como David, que, en lugar de ver la adversidad en su vida, pudo decir con confianza, "Aunque ande en valle de sombra de muerte, Tú estarás conmigo" (Salmo 23:4). David sabía que Dios tenía todo bajo control. Él reconoció durante su época más oscura que Dios estaba a su lado, caminando por el valle con él. Puedes tener la misma confianza, sólo si no le dejas al enemigo sentarse a tu mesa.

Esto es así porque si el enemigo está a tu mesa, tratará de convencerte que no lo lograrás. Trabajará para dar vueltas en tu cabeza y recordarte que estás rodeado y todos quieren atraparte. Él te tentará con pensamientos de que hay algo mejor en otras mesas y que Dios te está deteniendo. Debes elegir en confiar en el Pastor que prometió guiarte a través del valle, que está siempre contigo, que sabe lo que es mejor para ti, y para quien eres su niño amado.

Entonces, hoy, toma un lugar a la gran mesa de Dios. Siéntate, y quédate quieto, y sólo disfruta de la presencia de tu Padre celestial. Ve con Él cuando estés cargado y cansado, pues prometió darte descanso (ve Mateo 11:28). Enfócate menos en tus enemigos a tu alrededor y más en el hecho de que Él está contigo. Avanza a la victoria que Él tiene para ti, y mira cómo uno a uno tus gigantes caerán.

Responde

¿Qué barreras te impiden avanzar hacia la victoria?¿Cómo miras a Jesús en tus batallas?

¿Cómo ha intentado Satanás trabajar en tu corazón y en tus pensamientos? ¿Cómo afecta esto tu forma de ver las circunstancias?

¿¿Cómo te ha sostenido Jesús durante las luchas difíciles? ¿Cómo puede ayudarte el mantener tu enfoque en Jesús, en a superar los gigantes que te rodean?

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