Goliat debe caer: Ganando la batalla contra tus gigantesMuestra

LA ADICCIÓN DEBE CAER

Cuando David se ofreció para pelear con Goliat, el Rey Saúl dijo, "no eres capaz" (1 Samuel 17:33). Continuó explicando que David no era rival para el gigante porque él había "sido un guerrero desde su juventud". Como David no pudo ser convencido de no pelear, Saúl intentó cubrirlo con su propia armadura. Él quería que David luciera más fuerte y protegido de lo estaba en realidad.

Nosotros hacemos lo mismo en nuestras vidas. Sentimos que no tenemos poder en un mundo derrotado y abierto a los ataques, entonces nos ponemos una armadura falsa y escondemos las adicciones. La triste realidad es que somos una generación adicta. Podemos no considerarnos adictos, pero la verdad es que muchos de nosotros tenemos algo en nuestra vida de lo que sentimos no poder vivir sin eso, ya sea alcohol, relaciones, compras, cumplidos, drogas, adrenalina, o quizás las redes sociales. Somos esclavos de algo y no podemos romper el hábito de hacerlo cuando nos sentimos vulnerables.

El gigante de la adicción puede robarle a Dios lo mejor de ti. Puede llevarte por un camino sin final, a una promesa que nunca se cumplirá. Finalmente, será más fuerte que tú, te ridiculizará y atenuará la fama y gloria de Dios en tu vida. Entonces, ¿cómo puedes descubrir la victoria de Jesús sobre este gigante?

La clave es mirar el comienzo de los síntomas y enfocarnos en la causa. Pregúntate a ti mismo, "¿Cuál es la causa de este caos en mi vida? ¿Por qué me siento tan inadecuado? ¿Por qué temo ser descubierto? ¿De dónde viene el dolor?" Si no deseas buscar qué está causando tu problema, el gigante de la adicción no caerá.

La mayoría de nosotros seguimos patrones que, cuando nos sentimos vulnerables al ataque, nos hacen sentir débiles. Esta debilidad nos obliga a ocultar y hacerle frente. Y cuando hacemos eso, corremos hacia una adicción. Afortunadamente, hay una solución. En lugar de correr hacia la adicción cuando sientes que necesitas ocultar algo, corre hacia Jesús. Aprende que cualquier vulnerabilidad que sientas, Jesús no te dejará solo. Él te acepta en Su amor y te unge con Su vida. Él intercambia tu debilidad por fortaleza. Cuando eres vulnerable, Jesús es CAPAZ de ayudarte.

Quizás la mayor mentira cuando estás enfrentando adicciones es que puedes librar la batalla solo, escondido. Siempre recuerda que la libertad ocurre en la luz. Jesús es la Luz de Mundo, y trabaja más poderosamente en ti cuando traes tu quebrantamiento y heridas a la luz de Su gracia. Eres libre en Cristo en el instante en que pones tu confianza en Él. Pero puede ser que necesites acudir a los que estén a tu alrededor para ayudarte a revelar las capas. Haz lo que sea necesario para entrelazar tu vida en un sistema de franqueza, honestidad y responsabilidad.

Al final, David no aceptó ponerse la armadura de Saúl. Se sacó todos los adornos que solo agregaban peso, y eligió, en cambio, confiar sólo en el Señor. Salió a pelear con el gigante armado sólo con su honda, su cayado y su Dios, y derribó a Goliat. Este es el modelo para nuestra vida, y debido a que sólo buscamos nuestra fuerza en nuestras vulnerabilidades en Dios, el gigante de la adicción caerá.

Responde

¿Cuáles situaciones te llevan a ponerte una falsa armadura para proteger tu vulnerabilidad? ¿Por qué es tan atractivo tratar con el dolor y la vulnerabilidad a través de una adicción?

¿Por qué es tan difícil acudir a Jesús en nuestra debilidad antes que a una adicción?

¿Por qué es tan esencial contarles a quienes confías sobre tu adicción y tener su apoyo para liberarse? ¿Cómo podrías saber si alguien es una persona segura para confiarle una adicción? ¿Cuáles son las características de una persona segura?