[Tres cosas que aprender de David y Salomón] Parte 2Muestra
Sensibilidad en acción
En un mundo donde somos constantemente bombardeados con ruido y distracciones, puede ser fácil perder de vista lo que realmente importa: mostrar compasión, comprensión y amabilidad hacia los demás. Aquí es donde entra en juego la virtud de la sensibilidad. Es el arte de escuchar, cuidar y edificar, en lugar de hablar, corregir y ser eficiente. Es la capacidad de mostrar compasión, comprensión y amabilidad hacia los demás. David había experimentado la sensibilidad de Dios; comprendió su importancia en la relación de un padre con su hijo. Hoy, exploraremos cinco aspectos de la sensibilidad para nuestras relaciones con Dios y con los demás.
Primero, ser sensible es escuchar, no hablar. En nuestra relación con Dios, es importante escuchar lo que Él tiene que decir en lugar de hablar siempre y tratar de decirle lo que queremos. Podemos hacer esto reservando tiempo cada día para leer la Biblia y orar, escuchando su voz en la quietud de nuestros corazones. Al escuchar a Dios, aprendemos a entender su plan y propósito para nuestra vida.
En segundo lugar, ser sensible es cuidar, no corregir. Como cristianos, estamos llamados a amar y cuidar a los demás, en lugar de corregirlos y criticarlos constantemente. Esto significa mostrar empatía y compasión, y estar ahí para los demás. Debemos esforzarnos por ser una luz en la oscuridad y mostrar bondad a los necesitados.
En tercer lugar, ser sensible es edificante, no solo eficiente. Debemos esforzarnos por edificar a otros, en lugar de centrarnos solo en hacer las cosas. Esto significa tomarse el tiempo para escuchar, comprender y brindar apoyo y aliento. Al edificar a otros, les ayudamos a convertirse en la mejor versión de sí mismos.
Cuarto, ser sensible es estar enfocado, no agotado. En nuestro mundo acelerado, es fácil sentirse agotado y abrumado. Sin embargo, cuando nos enfocamos en Dios y su amor por nosotros, podemos encontrar paz y descanso en medio del caos. Al enfocarnos en Dios, aprendemos a dejar de lado nuestras preocupaciones y confiar en su plan para nuestras vidas.
Finalmente, ser sensible significa verdad, no engaño. Como cristianos, estamos llamados a ser veraces y honestos, en lugar de engañosos y manipuladores. Esto significa ser transparentes y auténticos en nuestras relaciones, siempre esforzándonos por hacer lo correcto. Al ser sinceros, construimos confianza y respeto con los demás.
Comprometámonos a practicar la sensibilidad en nuestra vida cotidiana, mostrando compasión, comprensión y bondad hacia los demás. De esta manera, podemos ser un brillante ejemplo del amor y la gracia de Dios para el mundo, y ver que nuestras relaciones con Dios y con los demás se profundizan y se fortalecen.
Escrituras
Acerca de este Plan
Salomón era un hombre sabio. Puedes aprender varias cosas de las decisiones sabias que tomó, así como de las imprudentes. La sabiduría siempre triunfa, así que pídele sabiduría a Dios diariamente. La sensibilidad nos puede ayudar a ganar el corazón de otros; así que, trabaja en la sensibilidad en tus relaciones. Tu enfoque determina tu fin; permanecer fiel en tu caminar con Dios te brinda una mayor oportunidad de éxito.
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Nos gustaría agradecer a Gregg Matte por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://houstonsfirst.org/