¿Fallaste? ¡Vuelve a Comenzar!Muestra

Un nuevo propósito.

¿No te ha pasado que llega el fin del día y te quedas con la sensación de que pudiste haber hecho mejor las cosas?

Escuchaba a alguien orar “Gracias Señor por darme una nueva oportunidad de ser mejor que ayer”. Y es cierto Dios nos da la oportunidad de ser mejores cada día. En este día nos da la oportunidad de tener un nuevo propósito. Muchos buscan la fama, el éxito en cualquier ámbito profesional, deportivo, laboral, escolar y no es malo. Dios quiere vernos prosperar en todo (DEUTERONOMIO 30:9). Al decir todo, también se refiere al éxito en la vida espiritual, quiere que nos enfoquemos en buscarlo a Él también (MATEO 6:33), y cuando lo hacemos todo lo demás viene por añadidura.

El propósito de vida que podamos tener es muy bueno, pero los propósitos de Dios para nuestra vida son mejores (JEREMIAS 29:11). Esto no quiere decir que nuestros propósitos sean menos importantes, en cambio Dios quiere que encontremos la felicidad y el gozo.

¿Qué diferencia hay entre felicidad y gozo? por ejemplo, la diversión y el esparcimiento nos traen felicidad. Alcanzar una meta, nos permite alcanzar felicidad, sin embargo, esta no es permanente. La felicidad en nuestra vida normal es circunstancial y depende de tales cosas; mientras que el gozo es un estado de plenitud que implica estabilidad, es decir, que a pesar de que las circunstancias no sean las mejores, podemos confiar y creer que van a cambiar para bien en el nombre de Jesús. Es el sentimiento de plenitud que sentimos al estar en la presencia de Dios. Es poder disfrutar de lo que Dios hace con nosotros.

Por lo tanto, Dios quiere que vivamos en un gozo eterno (SALMO 16:11). Va más allá de lo que está en esta vida.

Es por eso que nos da cada día la oportunidad de tener un nuevo propósito de vida, para poder vivir en gozo a pasear de las circunstancias que vivamos. Quizá necesitemos un propósito nuevo en nuestro matrimonio, con nuestros hijos, con nuestros padres, con nuestros hermanos en Cristo o hermanos directos, con Dios mismo (2 CORINTIOS 12:10).

Tener un propósito implica hacer un cambio en todo, y lo que habíamos hecho mal cambiará a ser bueno. Claro que no será fácil, pero todo cambio es bueno, aunque, no todos estamos dispuestos a hacerlo ya que nos saca de nuestro confort, de nuestra zona de comodidad. Un cambio desafía nuestras expectativas, nuestra rutina, incluso nos llega a desestabilizar. Un cambio nos puede a llevar a enfrentar nuestros miedos y quizá a enfrentar situaciones, pero el que nos cuida no descansa (SALMO 121:4) y siempre estará en medio de esos cambios (PROVERBIOS 4 25:26).

A cada uno de nosotros Dios nos da la oportunidad de hacer cambios reales en nuestra vida y nos deja tomar la decisión. ¡Seamos valientes y tomemos buenas decisiones que bendigan nuestro entorno, nuestro matrimonio, nuestra vida y familia!

Yo te pregunto: ¿Qué propósito en Dios tienes hoy?