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La esperanza
Como seres humanos en ocasiones los problemas nos agobian en demasía que no nos permiten tener una paz, vemos muy oscuro el panorama y pensamos que Dios no nos escucha, ¡aunque no lo creas!, Dios está junto a nosotros peleando nuestras batallas (DEUTERONOMIO 20:4).
Dios quiere que encontremos en Él una esperanza y un buen futuro, quizá no lo entendamos en forma instantánea, pero cada situación que pasamos la utiliza para bien de nosotros, (JEREMIAS 29:11).
Debemos tener la plena confianza de que Dios cuida de nosotros, dice su palabra que el que nos cuida no descansa (SALMO 121 4). Debemos tener la confianza de que es así, pero día con día nos llenamos de afanes y preocupaciones que nos impiden sentir el cuidado de nuestro Dios, nos preocupamos por lo que vendrá, debemos ser sabios ya que cada día tiene su propio afán (MATEO 6:34).
Así como cada día tiene sus afanes también Dios cada día pone en nuestra vida las armas para poder vivir confiados en Él, oración, ayuno y su palabra, debemos buscar el reino de Dios y su justicia y lo demás vendrá por añadidura (MATEO 6:33).
Por nuestra forma de pensar hoy en día, queremos respuestas y soluciones rápidas a nuestro problema y dejamos de lado el poder de Dios.
Definición de esperanza: “Estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea”, esto dice la Real academia de la lengua.
Otra definición es: “Virtud por la que se espera que Dios otorgue los bienes que ha prometido”.
Muchos cristianos vemos la esperanza como una probabilidad y no como algo que va a suceder. Cuando vemos la esperanza como algo que va a suceder podemos estar seguros que se va a cumplir. En el Salmo 62, si te das cuenta, es una afirmación en los versículos del 5 al 7 (Salmo 62 5:7), nuestra esperanza se funda en nuestra Fe (Hebreos 11:1).
Si no hay fe no hay esperanza y si no hay esperanza no hay fe. Toda la Biblia es un mensaje de esperanza. Y si no conocemos la Palabra de Dios entonces, ¿en qué fundamentamos nuestra fe y esperanza? (ROMANOS 15:4).
¡Te invito hoy a que conozcas al Dios de tu salvación y tu fortaleza! (SALMO 18:2).
Acerca de este Plan
En el transcurso de nuestra vida cometemos errores que nos marcan y que nos hacen sentir mal delante de Dios. Pero Dios en su inmenso amor y en su misericordia nos perdona, siempre y cuando mostremos arrepentimiento genuino. ¡Si fallaste, acércate al Dios de tu salvación! Hoy es un nuevo día para comenzar de nuevo y enmendar los errores del pasado.
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Nos gustaría agradecer a Casa para Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/casaparadios/
