[Sabiduría de Salomón] Raíces profundas en la relaciónMuestra

Bloques de construcción

¿Alguna vez has visto a un niño construir algo? La mayoría de las veces, los niños no comprenden que cuanto más alto quieran construir, más grande tiene que ser la base. Él o ella apila cada bloque encima del otro, tratando de hacer una torre lo más alta posible, pero se tambalea y cae una vez que se eleva demasiado. Pero si construye una base ancha y luego avanza desde allí, puede ir mucho más alto.

En la historia de Salomón y su esposa, los hemos visto construir una base fuerte y amplia para su matrimonio. Desde el principio, Salomón se aseguró de nunca apresurar la relación. Él siempre se tomaba las cosas con calma y elaboraba muy buenas estrategias. Hemos visto a Salomón servir su amor con palabras de alabanza y afirmación, y luego vemos que sirvió con intimidad. Pero antes de que el sexo pueda entrar en escena, hay un bloque más o pieza fundamental que no hemos discutido: la confianza. El sexo se basa en la confianza. La intimidad se basa en la confianza, no en los sentimientos. Las raíces matrimoniales se han construido sobre experiencias compartidas. Han profundizado. Por lo tanto, ahora hay confianza para construir un equilibrio saludable entre el sexo y la intimidad. Viven juntos.

Planifiquen citas nocturnas y almuerzos juntos. Traten de retirarse para estar a solas con su cónyuge. El tiempo a solas no tiene que ser dramático o costoso ni grandioso, pero es necesario para compartir experiencias, para construir una vida juntos. En este pasaje hemos hablado sobre sexo e intimidad, pero el sexo no es lo que mide el matrimonio. Un matrimonio construido sobre confianza y conversaciones genuinas produce sexo e intimidad. No todo tiene que ser espontáneo; a veces el romance puede planearse y a veces es una sorpresa, pero si hay confianza, el romance será aún más satisfactorio.

La confianza proviene de ser vulnerables con nuestros seres queridos. La confianza proviene de derramar nuestro corazón y nuestros sentimientos, de mostrar nuestros secretos sabiendo que la otra persona no huirá. No puedes ser completamente vulnerable en lo físico si no has sido completamente vulnerable en lo espiritual, emocional, relacional y conversacional. Vemos esto modelado en la forma en que podemos confesar nuestros pecados al Señor, y Él no nos abandona. Debido a que Él nos ama, podemos ser honestos con Él y saber que Él nos escuchará y cuidará de nosotros. De la misma manera, nosotros también debemos estar allí para nuestro cónyuge para que nuestra confianza y experiencias compartidas puedan ayudar a construir una base que dure hasta que veamos a nuestro Salvador cara a cara.