[Sabiduría de Salomón] Raíces profundas en la relaciónMuestra

Servir como Jesús

Cuando piensas en la idea de un sirviente, ¿qué te imaginas? Para la mayoría de las personas, el primer pensamiento podría ser alguien «inferior». Algunos quizá piensen en cómo la Biblia nos dice que Jesús vino como siervo para dar su vida por nosotros. De cualquier manera, la Biblia nos llama a servir a aquellos que nos rodean y a quienes más amamos. Si Cristo sirvió a su novia, la Iglesia, ¿cuánto más nosotros podemos servir a nuestro cónyuge? Aquí en este pasaje, vemos que Salomón no solo sirvió a su esposa de manera física, sino también verbal. Vemos que las raíces de su relación se profundizan a través de cómo se sirvieron el uno al otro. No se trata solo de hacer cosas el uno por el otro, aunque eso es bueno. Salomón continuamente está diciéndole cosas a su esposa. Quería que se sintiera importante y tremendamente amada.

La forma en que los esposos hacen esto es a través de cumplidos, ofreciendo elogios de maneras que solo un esposo que ama a su esposa por lo que es, no por lo que ella puede hacer por él, haría. Las esposas también pueden ofrecer cumplidos. La esperanza es que los elogios y los cumplidos se conviertan en un hábito. ¿Te describirían como alguien que hace cumplidos, o eres conocido como el que se queja y regaña? ¿Qué es más probable, que elogies a tu cónyuge o que señales lo que está haciendo mal? ¿Qué tan asombroso sería tu matrimonio si estuviera lleno de muchos momentos de servirse el uno al otro con palabras?

Mira cómo Salomón no solo describió las partes físicas de su esposa que todos podían ver, describió y elogió partes de ella que solo él veía. Él comienza con sus pies. Si regresamos al principio del libro, ella no era una chica que se quedaba encerrada, sino que trabajaba en los campos. Esto significaba que sus pies no la emocionaban, pero lo emocionaban a él. Luego, continúa con la descripción hasta sus muslos y los compara con joyas, lo que significa que fueron obra de un maestro. Luego, continúa con su ombligo y dice que está lleno de trigo. Le estaba diciendo que ella era un regalo de Dios en el otoño, la primavera y todo el año. Su presencia era una bendición para él.

Salomón la sirve edificándola con sus palabras. Jesús hace lo mismo con nosotros. ¿Con qué frecuencia nos sentimos inferiores o inadecuados? Todo lo que tenemos que hacer es correr a las Escrituras y podemos encontrar aliento. Podemos saber que Dios nos ve por completo, incluso las partes de las que nos avergonzamos, y Él todavía nos ama y se deleita en nosotros a causa de su Hijo. De la misma manera, nosotros también podemos servir a nuestro cónyuge con palabras. Busca las áreas donde tu cónyuge se siente inadecuado y edifícalo con elogios.