Pescadores de hombresMuestra

Una invitación y una promesa

Cuando en una película nos presentan a un superhéroe, solemos esperar ver su origen. En los primeros dos pasajes de hoy no vemos superhéroes, sino a cuatro pescadores comunes y corrientes que están terminando su día de trabajo en el lago de Genesaret.

Nuestros personajes son Andrés y Simón, ambos hijos de Jonás, además de Jacobo y Juan, ambos hijos de Zebedeo. Dos parejas de hermanos pescadores. ¿Cómo comenzaron su travesía espiritual con Jesucristo?

Jesucristo los recluta como Sus discípulos, y ellos a partir de ese momento dejan todo y lo siguen. Pero, ¿cómo sucedió? ¿Qué les dijo?

Tanto en Mateo como en Marcos notamos la misma secuencia:

1. Jesús se acerca a los pescadores y los invita a seguirlo.

2. Les promete que los hará pescadores de hombres.

3. Y los hombres lo siguen.

El Señor Jesucristo no añade nada más a la invitación de seguirlo o a la promesa de que Él los convertiría en pescadores de hombres, debemos suponer que esto les hizo sentido, ya que de inmediato se fueron tras Él.

Es importante que notemos que desde el principio Jesús es muy claro en las responsabilidades de cada quién: a los discípulos les tocaba seguirlo y a Él le tocaba convertirlos en pescadores de hombres.

Seguir a Jesús tiene un costo. Ellos entendieron que tenían que dejarlo todo para ir tras Él.

Estos cuatro hombres no renunciaron a un empleo de salario mínimo en una cadena de supermercados ajena a ellos. No. Lo que dejaron atrás podría considerarse su herencia. La empresa familiar. Su propio negocio. Su futuro. La fuente de sus ingresos para ellos y sus familias. Y no solo dejaron atrás todo su patrimonio, sino a su propio padre.

Para ellos, seguir a Jesús y la promesa que les hizo ¡valía más que todo eso junto!

¿Dónde te encuentras en este momento de tu caminar espiritual? Jesús está buscando discípulos que dejen todo para seguirlo. Hombres y mujeres que lo consideren como su propio Padre, su presente y su futuro. Él promete convertirlos en algo completamente diferente que cambiará por completo la faz de la Tierra. Él solo pide que lo sigas. Él hará el resto. ¿Estás dispuesto?

Señor, te entrego todo lo que tengo y lo que soy. Todo mi presente y mi futuro. Todos mis recursos. Todo dejo atrás por seguirte a ti. Conviérteme en uno de tus pescadores de hombres.