Más espeso que el aguaMuestra

Escrito por Hannah, 17 años, de Highland Village, Texas, EE. UU.

Amar a alguien profundamente es algo difícil. En los medios de comunicación, el "amor verdadero" se presenta como algo lleno de felicidad y que nunca causa problemas ni dolor. Sin embargo, esa idea del amor es muy inexacta. Amar de verdad y profundamente a alguien es un trabajo duro en sí mismo, ¡pero amar a alguien que te ha hecho daño de esa misma manera es una tarea aún más difícil! El amor verdadero causa mucha felicidad, pero también puede causar mucho dolor. Amar a personas que no son amables contigo puede ser agotador. Pedro nos dice que cuando amamos a alguien de verdad y profundamente, ¡muchos pecados serán borrados! Esto significa que, por la gracia de Dios y el sacrificio de Jesucristo, podemos perdonar y amar a personas que creíamos que eran nuestros enemigos. Amar como dice Pedro no es fácil, pero podemos sentirnos seguros sabiendo que Dios nos ayuda a vivir este tipo de amor. Dios nos dará la fuerza y el valor para amar a la gente como Pedro describe en el versículo de hoy.

Hoy te animo a que digas una oración y le pidas a Dios que te ayude a amar a alguien que te afecta los nervios o es malo contigo. Pídele a Dios que te dé una idea de cómo puedes amar a esa persona y encontrar el valor para perdonarla. Recuerda que amar a alguien así no significa que permitas que te haga daño a ti, a sí mismo o a los demás. Si eso es lo que te pasa, da el paso de hablar hoy mismo con un adulto de confianza.

Seamos personas que eligen amarse unos a otros como describe Pedro.