Dios no te ha olvidadoMuestra

DIOS RECUERDA TUS ORACIONES

¿Puedes recordar con exactitud aquellas oraciones que hiciste hace un año? Seguramente no, a no ser que tengas un diario de oración.

Algunas veces nos sentimos olvidados por Dios porque no vemos la respuesta a nuestras oraciones, es en el tiempo de espera que creemos que Dios se ha olvidado de nosotros.

En el Salmo 42 vemos como el salmista en medio de su aflicción, con su alma abatida, llorando de día y de noche, hace una oración a Dios y le pregunta: ¿Por qué me has olvidado? Por si fuera poco sus adversarios venían y alimentaban estos pensamientos diciéndole: ¿Dónde está tu Dios?, aumentando quizá su sentir de haber sido olvidado por Dios.

Recuerdo que cuando era niña a la hora de salida de la escuela, me sentaba junto a mi mochila esperando que mi mamá pasara a recogerme, algunas veces ella tardaba y mientras la esperaba veía como los padres de mis compañeras pasaban a recogerlas. Tal vez te identifiques conmigo, recuerdas que siempre había alguien que preguntaba: ¿Quién va a recogerte? ¿Dónde está tu mamá? ¿Quién pasará por ti? ¿Vendrá tu mamá? Cuando esto sucedía mi mente por un momento lo dudaba y comenzaba a llenarse de miedo creyendo que mi mamá se había olvidado de recogerme… Pero a pesar del temor que experimentaba o de la duda en mi mente yo respondía: “Mi mamá”. “Mi mamá vendrá por mi”. “Ella vendrá a recogerme”.

Creo que de alguna forma el salmista estaba siendo atacado por la duda, el desánimo, el temor, la angustia, la preocupación, preguntándose: ¿Será que Dios se ha olvidado de mi? Pero él mismo terminaba respondiendo como lo hacía yo: “Voy a esperarla, ella vendrá". Él decía:“No desesperes alma mía, no te turbes, espera en Dios…”. Él no se ha olvidado de ti a pesar de la “tardanza” o aparente falta de respuesta a tus oraciones.

Algo similar sucedió con Ana, la madre de quien sería el profeta Samuel. Ana era estéril y estaba casada con Elcana, quien la amaba mucho sin embargo Ana no era su única esposa pues Elcana también estaba casado con otra mujer llamada Penina que a diferencia de Ana si tenía hijos. Cuando subían todos los años para adorar a Dios, Penina se burlaba de Ana, la hacía enojar y sentir mal a causa de su esterilidad.

Esto afectaba tanto a Ana que lloraba y no comía. Sin embargo cierto año, Ana se levantó después de comer y con gran angustia comenzó a orar al SEÑOR.

El tiempo de espera pudo haber hecho sentir a Ana que Dios se había olvidado de ella y que no había mirado las burlas de Penina hacía ella. El alma de Ana estaba en amargura y en angustia pero Ana supo que hacer, mientras su adversaria buscaba hacerla enojar y entristecerla. Quizá buscando incrementar la creencia de que había sido olvidada por Dios al no tener hijos, ella decidió derramar su alma delante de Dios diciendo: “Si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mi,y no te olvidares de tu sierva sino que dieres a tu sierva un hijo varón…” .

La oración de Ana fue respondida, Dios le concedió un hijo.

Hoy quiero recordarte que tus oraciones no han sido olvidadas por Dios y que tu sufrimiento tampoco ha sido ignorado, puede que no recuerdes lo que le has pedido a Dios pero Dios sí lo recuerda. No se ha olvidado ni siquiera de tus oraciones que hiciste hace años, ni siquiera del clamor de tus lágrimas cuando no salían palabras de tu boca… Recuerda cómo fue la oración de Ana… Ella hablaba en su corazón y sus labios se movían pero su voz no se oía y aún así Dios la escuchó.

Tus oraciones hacen memoria delante de Dios.

Que la espera no te haga creer o sentir que Dios se ha olvidado de ti…

Dios se acordó de _______ (menciona tu nombre).

Cuando en la Biblia viene escrito “y Dios se acordó de..” no se refiere a que Dios sea un Dios olvidadizo, sino que señala la obra de Dios a favor de alguien con quien Él está comprometido, es decir hace referencia a la acción de Dios, al acto decisivo de Dios quien tiene poder y lo usa directamente en beneficio de otra. Esto lo leemos no solo en la historia de Ana sino también con Noe y Abraham.

Recuerda que Dios no se ha olvidado de tu servicio a Él, ni de tus ofrendas, ni de tus peticiones, tampoco se ha olvidado del clamor de tus lágrimas ni de los más profundos anhelos que existen en tu corazón.

No te desanimes y no escuches a los adversarios que quieren hacerte creer que Dios se ha olvidado de ti.

Si Dios no se olvida de alimentar a las aves del cielo ni de vestir a los lirios del campo, mucho menos se olvidara de ti.

Oración

Padre, gracias porque mis oraciones hacen memoria delante de ti, porque siempre tienes mi nombre en memoria, te pido que me ayudes a recordar cada día lo mucho que me amas y lo valios@ que soy para ti para así recordar que no soy olvidad@ por ti. Recuérdame que en medio de tu aparente silencio como respuesta a mis oraciones, no me has olvidado. Hoy sé que te has acordado de mí y estás obrando para mi bien, concediendome tu favor. Gracias porque he hallado gracia delante de tus ojos y has mirado mi aflicción, en tu fidelidad sigo esperando y confiando. En el nombre de Jesús. Amén.