QUIÉN DIOS ES: Hacedor de promesas y quien cumple las promesas

“Si la herencia se basa en la ley, ya no se basa en la promesa; pero Dios se la concedió gratuitamente a Abraham mediante una promesa" (Gálatas 3:18).

Dios es ambos: quién hace la promesa y quién cumple la promesa, que nos da la seguridad en saber que Él es completamente digno de confianza.

Una de las promesas más sorprendentes de Dios fue la que le hizo a Abraham: “En ti todas las naciones de la tierra serán benditas” (Génesis 12:3). Pablo llama a esta promesa “El evangelio de antemano” (Gálatas 3:8).

Quizás te estés preguntando: Pero, ¿cómo?

El primer uso que se le dio a la palabra “evangelio” se refería a la recompensa dada a un mensajero que llevaba las buenas nuevas y, eventualmente, ese término se le dio solo a las “buenas noticias” en sí. Para el siglo I d.C., se conectó al culto del emperador donde a su cumpleaños, ascensión al poder o su visita, se les proclamaba como “buenas noticias”. Sin embargo, para Pablo, el significado de “evangelio” estaba firmemente arraigado en el Antiguo Testamento, en donde las “buenas noticias” de salvación incluían el reinado universal de Dios y la bendición que vendrían con él (Isaias 52:7).

Es por ello que él llama “el evangelio que se predicó de antemano” a la promesa de Dios a Abraham: porque la promesa eran las buenas noticias que Dios es Rey sobre toda nación y Él tenía el plan de regresarlas a su bendición.

Dios cumplió Su promesa cuando envió a Jesús: “Pero, cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer… a fin de que fuéramos adoptados como hijos.” (Gálatas 4:4-5). Este es el Evangelio: en Jesús, la bendición de Abraham está disponible a todas las naciones a través de la fe en Su obra en la cruz (Gálatas 3:13-14).

Dios promete bendecir al mundo a través de Su reinado. Dios mil años después de Abraham, Él se mostró digno de confianza al cumplir Su promesa en Jesús. Aún podemos confiar en Él y confiar en que va a cumplir todas las promesas que ha hecho. Incluso aquellas por las que aún estamos esperando a que sean cumplidas.