[La sabiduría de Salomón] Cómo proteger tu matrimonioMuestra

Mantén tu mirada en Jesús

¿Alguna vez has reflexionado o meditado en la idea de que el Señor nos conoce? En verdad nos conoce mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos. Dios ve nuestro pasado, presente y futuro. No hay un solo pensamiento, pecado, secreto o acción que no sea de su conocimiento. Eso es bastante aleccionador y, para algunos, aterrador. Él te conoce, tu codicia, tu egoísmo y tu pecado, pero aun así fue a la cruz y murió por ti. ¡Esa es realmente sublime gracia!

En el cristianismo primitivo, había un grupo de seguidores de Jesús conocidos como los Padres del Desierto. Escapaban del mundo por periodos para pasar tiempo con el Señor libres de distracciones. Un día, a uno de los Padres se le preguntó acerca de cómo buscar al Señor y complacerlo. Ese Padre respondió: «Joven, siempre mantén a Dios delante de ti». Porque cuando hagas esto, no actuarás de la manera incorrecta, no dirás las cosas equivocadas ni errarás el blanco o el camino que Él ha establecido para ti.

Pablo nos dice que pongamos nuestra mente en las cosas de arriba porque en lo que nos enfoquemos generalmente terminará siendo lo que le dé forma a nuestra vida, pensamientos y acciones. En nuestro matrimonio, el objetivo no es centrarnos en otros matrimonios o en el matrimonio de nuestros padres y compararnos con ese estándar. En cambio, debemos mantener nuestra mirada en cómo Jesús se preocupa por su novia, la Iglesia.

Cuando no mantenemos nuestra mirada en Jesús y no mantenemos a Dios delante de nosotros, tropezamos. En lugar de correr la carrera que tenemos por delante, perdemos el tiempo en cosas que no hacen nada por nosotros. En lugar de poner los ojos en el Dios eterno, nos fijamos en las cosas que se pudren, se marchitan y se desvanecen.

El Señor conoce todos nuestros pensamientos; Él quiere que permanezcamos en Él, en su bondad y en su amor sin fin. Cuando hacemos esto, nuestros caminos serán rectos, nuestro matrimonio florecerá y nuestro amor por Dios y por sus deseos se convertirá en la razón por la que realmente vivimos. Ya no desperdiciaremos la vida que se nos ha dado, sino que ayudaremos a Dios a hacer avanzar su reino. Buscaremos primero las cosas de Dios, sabiendo que Él conoce nuestras necesidades incluso antes de que se las pidamos.

Pensamiento para hoy: ¿Qué ocupa la mayor parte de tus pensamientos?