Agradecidos Con Lo Que TenemosMuestra
Dando todo por sentado
Más adelante, en la película, ellos ya trabajan y viven en un apartamento que la organización que les ayudó a migrar, les proporcionó… Y se encuentran comiendo pizza, y uno de ellos comienza a orar, agradeciendo a Dios por aquella comida que él llamó “mágica”.
Y es que cuando eran niños y huían de la aldea, ya en camino hacia el campo de refugiados y hambrientos, buscan la manera de conseguir comida, y se ve como se la pelean contra un grupo de tigres que se comen a un ciervo. Me pregunto, ¿cuántas de las personas leyendo este devocional, alguna vez hemos tenido que jugarnos la vida para quitarle la comida a un tigre? No es difícil imaginar porque él llamó mágica a la comida que solo tenían que pedir por teléfono, para recibir y comer.
En otra escena, se encuentran sedientos y obtienen agua introduciendo una vara hueca en tierra, desde la cual succionan hasta obtener agua mezclada con tierra… La gran mayoría de nosotros, solo abrimos el grifo y obtenemos agua de forma “milagrosa”… Y si no nos gusta el agua del grifo, pues compramos botellones… Y si somos un poquito más gustosos, ya no tomamos nada que no sea agua mineral… ¿Notas la diferencia?
Pero la escena que más me conmovió, es cuando uno de ellos consigue trabajo en un supermercado, y una de sus labores era botar la comida que ya tenía fecha de vencimiento. Él no entendía como podían botar comida, que en su país, hubiera sido parte de un manjar. Así que día, mientras le tocaba botar la comida vencida, se encuentra a una mujer desamparada que hurga entre la basura, para encontrar algo que comer. Él le regala de la comida que va precisamente a botar, y su jefe lo encuentra y le reclama el porqué lo hace. A lo que molesto renuncia, diciéndole a su jefe que es pecado botar la comida, habiendo tantas personas en necesidad.
¿Te imaginas el choque cultural de ellos que venían prácticamente de jugarse la vida para conseguir la comida, y se encuentran con que en USA la botaban? Lo que, para aquellas personas, era algo sin valor, para ellos significaba la vida.
¿Me preguntó si estos jóvenes sudaneses se levantaban todas las mañanas exigiendo algo que consideraban la vida les debía? Así como hacemos nosotros cuando nos quejamos porque nos falta esto y lo otro… Seguramente no.
Escrituras
Acerca de este Plan
A la gran mayoría de personas nos cuesta dar valor a las cosas que hoy tenemos y que, por Providencia Divina, recibimos. Es solo cuando nos faltan, que empezamos a extrañar aquellas cosas que antes acostumbrábamos a dar por sentado. Aprende a estar satisfecho con lo que hoy tienes, porque quizás y por esas vueltas de la vida, podrías terminar buscando contentamiento entre aquello que ya no está.
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Nos gustaría agradecer a Andy Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://jeremias2911.com/