[La sabiduría de Salomón] Cinco tazas de té con mamáMuestra

Haz que lo mejor siga siendo lo mejor

¿Cuál es tu mayor motivador en la vida? ¿Las recompensas de dinero y ser conocido por algo? No hay nada de malo en tener sueños y aspiraciones, pero si logras estas cosas, ¿quién se beneficia más? ¿Será la gloria para Dios o fue simplemente el «medio» para que los obtuvieras? Hay muchas cosas excelentes en la vida, y Dios quiere proveerles a Sus hijos y bendecirlos, pero a veces nos perdemos Sus bendiciones porque vivimos como si hubiera algo mejor que lo que Dios tiene para ofrecer. La taza de té de hoy es para recordarte que pienses en cómo tus elecciones afectan a quienes te rodean.

Ya sea que te des cuenta o no, cada decisión que tomes afectará a quienes te rodean y, potencialmente, a las personas de las que estarás rodeado algún día. Si no tienes cuidado y no piensas en cómo tus decisiones afectarán a las personas más importantes para ti, tu desconsideración podría costarte a ti y a ellos. La solución a esto es aprender a conservar las mejores cosas de la vida como tu prioridad y no permitir que lo «bueno» le quite a lo mejor.

Si reflexionamos en la vida de Jesús, Él sanó a muchas personas, abrió los ojos de los ciegos e hizo caminar a los cojos. Sin embargo, Su objetivo principal no era solo sanar las enfermedades físicas, sino cambiar los corazones. Cada decisión que tomaba giraba en torno a Su amor por Su Padre y lo que Él quería para Su vida.

En el Evangelio de Lucas vemos que «afirmó su rostro para ir a Jerusalén». Su meta en la vida era morir por los pecados del mundo; Él no permitiría que nada le robara esa oportunidad. Incluso en el huerto de Getsemaní, cuando tuvo la oportunidad de renunciar a esta meta, eligió la voluntad de Dios y no la suya.

Si Dios fuera realmente tu prioridad en la vida, ¿qué personas, pasatiempos o entretenimientos tendrían que cambiar? ¿Qué te ha robado tiempo de tu relación con el Padre? No siempre es fácil considerar estas preguntas, pero hay demasiado en juego para permitir que nuestra voluntad reemplace la voluntad del Padre. Si nuestro objetivo es ser como Jesús, entonces nosotros también debemos afirmar nuestro rostro con el fin de mantener lo mejorcomo una prioridad. No debemos permitir que nuestra carne, el enemigo o el mundo lo ordenen de otra manera.

Pensamiento del día: Haz una lista con las cosas más importantes de tu vida y luego tal vez una lista de las cosas buenas que podrían robar tu tiempo y tu atención de lo mejor. Asegúrate de que Dios sea tu prioridad para que realmente puedas vivir una vida en abundancia.