Gedeón, el dudoso valienteMuestra

Nuestra valentía salva a los demás

Dios habla con Gedeón y le encomienda su primera misión. El día anterior lo había llamado a liberar a Israel de la opresión de sus enemigos, pero su primer paso para ese objetivo no será formar un gran ejército e irse a la batalla. Lo que hará es liberar a su familia y personas cercanas de las ataduras de sus corazones que fueron provocadas por alejarse de Dios.

Claro, el obedece pero aun con miedo, porque cumplió con lo que Dios le pidió, pero en un momento en donde nadie lo viera. Sin embargo, no juzguemos esta forma de actuar de Gedeón. ¿Nosotros no hemos actuado de esta manera en muchas ocasiones? Queremos cumplir lo que Dios nos pide, pero por temor a los demás, el que dirán, enojos, perder familia o amistades, actuamos de la forma más oculta posible.

Lo que sucede al día siguiente es simplemente impactante. Los hombres del lugar, al ver lo ocurrido con sus ídolos, llegan a la conclusión que fue Gedeón el culpable de lo ocurrido y exigen a Joás, padre de Gedeón, que su hijo pague con su vida por lo que hizo.

Recordemos que el pueblo de Israel estaba clamando a Dios para que los librara de los madianitas que los acosaban, pero estos hombres se enfurecieron porque sus ídolos habían sido destruidos.

Y acá ocurre un gran evento que transforma vidas. Joás despierta de su ceguera y se da cuenta que las acciones valientes de su hijo, las cuales era claro que traerían muchas consecuencias, fueron hechas para librar a todos de su idolatría, llevando a las personas a reflexionar sobre cómo habían estado llevando sus vidas lejos de Dios.

Para reflexionar:

¿Qué consideras que impide en tu vida actuar conforme a lo que Dios te pide?

¿Serias capaz de actuar como Gedeón haciendo lo que Dios te pide a pesar de las críticas de tu familia o amigos?