CampeónMuestra
Desayuno: La Promesa de un Campeón
En el Salmo 89:19-20, leemos sobre una época en la que la esperanza había disminuido. El pueblo de Dios se enfrentaba a enemigos y desafíos que parecían insuperables. En medio de esta desesperación, Dios hizo una promesa: el surgimiento de un campeón. Este campeón sería un abogado, un defensor, un soporte, y uno que habla en favor de una causa. Dios declaró: "He encontrado un campeón. He encontrado a David entre el pueblo; lo he ungido".
Así como Dios levantó a David para que fuera un campeón para Su pueblo, Él todavía levanta campeones hoy. Puede que estos campeones no sean reyes o gobernantes, pero son hombres y mujeres que defienden lo que es justo y hablan en nombre de los oprimidos. Son los que defienden a los débiles y vulnerables, los que abogan por la justicia y los que apoyan a los que luchan. Como seguidores de Cristo, estamos llamados a ser campeones por derecho propio, defendiendo los valores del Reino de Dios y luchando contra las fuerzas de las tinieblas.
Almuerzo: La Fuerza de un Campeón
En el Salmo 89, Dios prometió que los enemigos no triunfarían sobre el campeón que Él había levantado. Esta promesa se cumplió en David, quien se enfrentó a muchos enemigos y desafíos a lo largo de su vida, pero al final salió victorioso. La fuerza de David no provenía de sus propias habilidades o talentos, sino de su confianza en Dios. Confiaba en el Señor y sabía que era Dios quien le daría la victoria.
Mientras tratamos de ser campeones para Cristo, también debemos confiar en la fuerza de Dios. No podemos superar los retos y obstáculos que afrontamos con nuestras propias fuerzas, pero podemos encontrar la victoria en Dios. Así como David confió en Él, nosotros también debemos confiar en Él y depender de Su fuerza. Debemos buscarlo diariamente a través de la oración y el estudio de la Biblia, y permitir que Su Palabra guíe nuestras acciones y decisiones. Es a través de esta dependencia de Dios que podemos encontrar la fuerza para ser verdaderos campeones de Cristo.
La cena: El legado de un campeón
El legado de David como defensor de Dios continuó mucho después de su muerte. Fue recordado como un hombre conforme al corazón de Dios, un líder que defendió la justicia y la rectitud. Su ejemplo inspiró a generaciones de israelitas y sigue inspirándonos hoy. Cuando intentamos ser campeones de Cristo, también tenemos la oportunidad de dejar un legado perdurable.
Podemos dejar un legado de fidelidad, de valentía y de amor. Podemos ser defensores de los oprimidos y marginados, de la justicia y de los débiles. Podemos ser defensores del evangelio, compartiendo el amor de Jesús con quienes nunca lo han escuchado de él. Y podemos apoyar a nuestros hermanos creyentes, animándoles en su camino con Cristo y levantándoles cuando caen.
En última instancia, nuestro legado como defensores del Señor vendrá determinado por nuestra fidelidad a Él. Si buscamos seguirle y defender Sus valores, podemos confiar en que Él nos usará para marcar la diferencia en el mundo que nos rodea. Que seamos como David, confiando en la fuerza de Dios y en Su guianza, mientras buscamos ser campeones de Cristo en nuestro propio tiempo y lugar.
Escucha "Campeón" de Ennio Emmanuel: https://found.ee/ennioChampion
Escrituras
Acerca de este Plan
Este devocional enfatiza que en la vida hay circunstancias que, a menudo, no entendemos y pueden desviarnos de nuestro camino. Sin embargo, el escritor nos anima a ver estos momentos como oportunidades para convertirnos en campeones para otras personas.
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Nos gustaría agradecer a Adarga Entertainment Group LLC por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/ennioemmanuel/