¿Alguna vez has conocido a alguien que siempre gana y nunca pierde?

La probabilidad de que conozcas a un "campeón" que nunca haya perdido es posiblemente de 1 entre imposible. A menos que sepas de un caso contrario, yo diría que es cierto que alguien que gana ha sido en algún momento un perdedor.

El perder puede mostrarte lo que necesitas cambiar. Puede ayudarte a trabajar en tus debilidades y mantenerte humilde. Perder también puede desanimarte mucho, hasta el punto tal de sentir que debes rendirte.

Perder también es una señal de que tu oponente está haciendo algo diferente a ti para ganar. El perdedor que aprende de sus derrotas se convierte en campeón, y con todo el mérito.

Tu oponente puede ser tu pasado, tu mente, una dolencia física, una persona o cualquiera de las muchas otras cosas en tu vida.

Encuentra campeones que tengan historias similares a la tuya para que puedas sentirte apoyado y comprendido.

No te conviertas en un "extranjero" alejándote de tu "oponente". Supera tu soledad edificando tu mente con el conocimiento y experiencias de testimonios de creyentes.