Camino Hacia La MadurezMuestra

¿Y “si no sirvo para servir”?

Una característica de todo cristiano maduro debe ser el servicio a Dios, a la iglesia, a su familia y a la comunidad.

Pero parece que muchos de nosotros no podemos encontrar el momento justo para servir, o estamos muy jóvenes o muy viejos, o somos “muy nuevos” en el evangelio o sabemos mucho y lo único que estamos dispuestos a hacer es “predicar”, el caso es que muchos de los cristianos no sirven en ninguna área para que Dios sea glorificado.

No solo hablo de hacer algo en algún departamento de tu iglesia local sino también de servir en tu diario vivir, en tu casa, con tus amigos, con tus vecinos y con todos lo que te rodean a diario “fuera de un culto dominical”.

Es algo así como una cadena comercial que vende café y que les enseña a sus empleados que sus clientes son como “un buen vecino” al cual deben cuidar muy bien, entonces ellos mismos, con el tiempo, se convierten en “buenos vecinos fuera de su trabajo” y tratan a los demás como a ellos les gustaría que los trataran.

En otras palabras, ellos sirven en donde sea, porque aprendieron en su trabajo a ser “buenos vecinos de tiempo completo” a donde quiera que vayan.

Pero algunos de los cristianos no hacen lo mismo. Básicamente esto es debido al miedo, temen fracasar como servidores, a no ser lo suficientemente buenos en lo que hagan para Dios o temen ser lastimados por los demás.

De manera contrastante, muchos piensan que servir significa “ser menor o valer menos que los demás”.

Pero tu madurez la desarrollaras aún más sirviendo todos los días, porque, aunque no lo parezca, nosotros no elegimos a Dios, sino que Él nos eligió a nosotros y no por nuestro intelecto, ni por nuestra capacidad, fue por nuestra obediencia. Él nos va perfeccionando día a día por medio de la Biblia y por medio de una búsqueda intima, pero sobre todo sabiendo que le servimos y servimos a los demás no por obligación sino por amor.