Gigante de la lujuria

La lujuria es el deseo sexual desordenado que deshonra a Dios. En estos tiempos este abrumador pecado deambula deliberadamente en nuestras escuelas, universidades, centros laborales y se esconde en nuestras iglesias. Quizá no lo sepas, pero la pornografía, la masturbación y también sexo fuera del matrimonio son pecado y no glorifica a Dios, no solo se opone a sus mandamientos, sino que termina dañándonos física y mentalmente.

En algún momento, llegué a pensar que la pornografía no me afectaría, pero sí que lo hizo. Afectó mi manera de ver a las mujeres y sobre todo dañó mi mente y mi corazón. Muchas veces pensamos que, si lo hago una vez o de vez en cuando nadie lo notará, decimos “no será tan malo”. Intentamos excusarnos para sentirnos menos culpables por algo que sabemos no es correcto, ni le agrada a Dios.

David este pequeño adolescente llegó a ser el rey de Israel y en esta posición se le presentó otro gigante en su vida, la lujuria. Puedo estar casi seguro de que no había internet en esos tiempos, pero sí que había mujeres. El gran problema está cuando damos rienda suelta a nuestras vidas y olvidamos lo importante que es vivir bajo la dirección de la Palabra de Dios en todo lo que hagamos, por eso no dejes de buscarlo cada día.

Un día David se quedó fijamente viendo a una mujer (que no era su esposa) mientras se bañaba y permitió que su mente deshonrara a Dios y posteriormente sus acciones. Podemos decir que este gigante es indiferente al género, si bien es cierto David mandó a llamarla, pudo Betsabé negarse a acostarse con el rey a pesar de que le podía costar la vida. La generación de ahora es abiertamente atacada con el pecado sexual, la pornografía, masturbación, fornicación, sexting, todo está íntimamente ligado para que nuestra mente sea cauterizada de integridad y pureza, y sea contaminada de suciedad y deshonra delante de Dios. El gigante de la lujuria intentará dirigir tu mente, pero recuerda que puedes tener victoria sobre las tentaciones y pedirle a Dios que limpie tu mente y corazón para que todo lo que hagas y pienses glorifiquen a Dios.

No te engañes a ti mismo que lo que puedes estar haciendo ahora quizá traiga satisfacción o placer en este momento, pero a largo plazo te darás cuenta de que solo fue un veneno mortífero que estuviste consumiendo todos los días sin leer esas letras pequeñas que decían: ESTO TE MATARÁ LENTAMENTE. David se dejó engañar en su posición como rey pensando que podía tomar todo como quisiera, pero se olvidó que Dios fue quien lo estableció y que todo pecado tendría consecuencias en su vida. Pasado un tiempo David se dio cuenta que lo que hizo estuvo muy mal y que actuó desenfrenadamente. Se arrepintió y le pidió al Señor que lo limpiara, y así lo hizo. ¿Necesitas ser limpiado? Acércate a Dios, no lo dudes.