Viviendo Renovado: Confiando en DiosMuestra

Confiar en Dios cuando estamos ansiosos

Cuando estamos preocupados, no sirve de nada que nos digan que nos estamos ahogando en un vaso de agua o que pasemos la página. En vez de calmar nuestros miedos, este tipo de consejos nos hace sentir ignorados, abandonados e invalidados. Que nos digan que no estemos ansiosos no detendrá nuestra ansiedad. En esos momentos, debemos buscar a Dios activamente para encontrar la paz.

Eliseo fue un profeta del Antiguo Testamento que escuchaba a Dios y le advertía al rey de Israel cuando otra nación planeaba atacarlo. Luego de que sus planes fracasaran en repetidas oportunidades, el rey de Siria decidió enviar a su ejército a capturar a Eliseo. Una mañana, el campo fue rodeado por el enemigo y, Eliseo y su criado entraron en pánico. Eliseo le dijo que no tuviera miedo porque el ejército del Señor era mayor que el del enemigo. Entonces, oró para que los ojos de su siervo fueran abiertos y el joven vio la colina repleta de caballos y carros de fuego.

Cuando el miedo nos controla, necesitamos que nos recuerden que nuestro Dios está con nosotros y que es mayor que cualquier cosa que amenace con lastimarnos. En vez de dejar que nuestros pensamientos se desboquen sin control, necesitamos afianzarnos en la Escritura. Necesitamos reconocer nuestros patrones de pensamientos negativos y practicar sustituir las mentiras con la verdad de la Palabra de Dios.

La Biblia dice que no debemos vivir con miedo porque Dios nos ha dado el sano juicio. Él es nuestro protector, nuestro proveedor, nuestra fuerza, refugio y nuestro todo. Dios es el mismo ayer, hoy y para siempre. Así como rescató a Eliseo, podemos confiar en que será fiel y nos rescatará a nosotros.

Cuando nuestros pensamientos de ansiedad hacen eco en nuestra cabeza, nos podemos ver tentados a adormecer nuestros miedos con actividades insensatas. Aunque podamos encontrar un escape temporal en las drogas, en relaciones tóxicas o revisando las redes sociales, nada de eso resolverá nuestra ansiedad. Al escoger adormecernos, escogemos la pasividad. Sin embargo, si queremos renovar nuestras mentes y vivir por fe, tenemos que tomar un rol activo, eliminando nuestros pensamientos de ansiedad.

Si constantemente te agobias pensando en las cosas negativas que podrían suceder, crea signos que te ayuden a cambiar el enfoque. Mantén las Escrituras frente a ti, escribiéndolas en tu espejo, enmarcando tu versículo favorito en tu escritorio o registrándote para recibir notificaciones emergentes en tu teléfono. Rodéate de una comunidad de creyentes con la que te puedas abrir y mostrar tus vulnerabilidades. Recuerda quién es Dios, lo que ha hecho y lo que ha prometido hacer. Declara Su verdad sobre tu vida, una y otra vez hasta que lo creas.

Si crees que lo que la Biblia dice es verdad, entonces puedes escoger confiar en Dios en medio de la ansiedad. En lo que sea que te preocupa, Dios es lo suficientemente bueno, poderoso y amoroso para tomar cualquier resultado –los que deseas y los que no– para usarlo a tu favor.

Aprender a confiar en Dios no es fácil. No es tan fácil como completar un Plan de la Biblia. Requiere leer Su palabra repetidamente y esconderla en tu corazón para que puedas recurrir a ella en los tiempos difíciles. Requiere ver Su bondad y fidelidad; no solo en la Biblia, sino en tu vida. Dios siempre ha estado y estará contigo. Nunca te ha fallado ni lo hará. Puedes confiarle todo tu corazón y tu futuro.

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