Grandeza continuaMuestra

Somos significativos

Cuando algo nos gusta de verdad, lo hacemos de corazón, damos lo mejor de nosotros mismos. Nos esforzamos por hacerlo lo mejor posible. Cuando David planeó la construcción del Templo del Señor, hizo todo lo que pudo. Se aseguró de haber provisto el Templo con lo mejor de su capacidad, con todo lo que pudo. No fue una tarea mediocre y no fue tacaño en sus donaciones. Quizás fue por esto que Dios lo eligió para empezar a planificar la construcción de su Templo: porque conocía su corazón.

Se nos ha invitado a formar parte de la obra de Dios como creyentes en Cristo. Se nos ha invitado a construir el reino de Dios con nuestras finanzas, nuestro tiempo y toda nuestra vida. Dios nos ha dado dones espirituales. Nos ha dado recursos e influencia con la gente. ¿Qué uso estamos dando a estos regalos que vienen del Señor? ¿Las estamos utilizando para hacer avanzar y edificar su reino, o las estamos utilizando para nuestro propio beneficio personal?

Me alegro mucho de que el Señor quiera utilizarnos a ti y a mí. Cuando Dios me utiliza para enseñar la Palabra me siento más vivo que nunca. Es una bendición para mí poder hacerlo, que Dios me haya elegido para una tarea tan importante. Para mí es un «quiero», no un «tengo que». Es tan hermoso ver al Señor moverse, verlo hacer algo y saber que formamos parte de lo que Él está haciendo.

Si eres fan de la NFL, sabes que el draft de la NFL es muy importante. Lo ponen en la tele y todo el mundo quiere saber quién será el elegido en la primera ronda del draft y en la segunda, y en la tercera. La mayoría de nosotros conocemos a los tres primeros, pero cuando llegan las rondas finales, empezamos a perder interés. Sin embargo, la última elección del draft se ha convertido en algo importante. Es la 256ª elección del draft y llaman a esta persona «Sr. Irrelevante». Es la última persona elegida. Y a veces, ¡la última persona elegida entra en los mejores equipos y se convierte en alguien realmente importante!

Muchas veces tú y yo nos sentimos como candidatos improbables para la obra de Dios. Nos sentimos como el Sr. y la Sra. Irrelevantes en el cristianismo. Pensamos: «Dios hará todas estas cosas sin nosotros». Sin embargo, si Dios nos ha elegido para el Equipo Jesús, a pesar de nuestro pasado, a pesar de nuestro pecado, eso nos convierte en el Sr. y la Sra. Significativos.

Dios quiere utilizarnos para hacer algo grande por Él. ¡El Señor quiere ponernos en su equipo!