Creo en la resurrecciónMuestra

El cuerpo de cada creyente

En cierto sentido, los incendios forestales son ordinarios. Han estado sucediendo "naturalmente", a través de caídas de rayos, por ejemplo, durante milenios. Los profesionales forestales señalarán los efectos positivos de "recarga" para todo el ecosistema de la gran quema.

Excepto cuando hay casas, personas y animales en el camino. Las personas que construyen sus casas en los bosques del Oeste de la montaña están asumiendo un riesgo, con la esperanza de que uno de estos incendios forestales no incinere sus lugares. ¿Te imaginas la miseria de las personas que tienen que volver a recoger entre las cenizas de una casa quemada? Casi todo lo tangible en sus vidas se convirtió en humo.

El día de nuestra muerte también todas nuestras posesiones serán quitadas de nuestras manos. Más: se acerca el día en que Dios regresará a esta tierra, la derretirá y recreará un nuevo universo deslumbrante. Todo lo tangible en las vidas anteriores de las personas perecerá, excepto las personas. En el día del regreso de Cristo, cambiaremos nuestras cosas por las personas que "perdimos" a través de la muerte. El cuerpo de cada creyente se levantará, será absuelto públicamente en la corte de Dios y será reunido para la Gran Reunión: "Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua". (Daniel 12: 2).

En el nuevo mundo que Dios creará, la muerte nunca nos separará de nuevo. Recuperaremos a todos nuestros seres queridos que murieron en el Señor. A todos ellos. Seriamente. A todos ellos.