Día 2 | El mundo es intencional si nosotros no lo somos

En un mundo que resiente a Dios y su diseño original para la humanidad y las familias, no podemos ser pasivos. Las redes sociales, la música, y todas las grandes fuentes de aprendizaje y entretenimiento a nivel secular no tienen como objetivo edificarte ni fortalecer tu familia. No van a dudar en decirles a gritos a tus hijos y nietos que duden de la bondad y el diseño de Dios. Pero el espacio entre las paredes de nuestro hogar es nuestro territorio.

No podemos controlar las pancartas en la calle, pero nuestras paredes pueden llenarse de las promesas de bendición que Dios tiene para nuestro hogar.

Saturémoslo de alabanza y adoración.

Oremos juntos.

Que nuestras conversaciones sean edificantes.

Que nuestros hijos puedan escuchar a sus padres y abuelos, contar historias del mover poderoso de Dios en su familia.

Que nuestros hijos puedan ver en casa que ser cristianos no es algo que hacemos los domingos, sino algo que somos todos los días.