Estoy AquíMuestra

"Te pido perdón, por pensar que yo sin ti estoy mejor"

No conozco bien el motivo, pero a veces pensamos que sin Jesús en nuestras vidas estamos mejor. A pesar de haber experimentado el amor de Dios en múltiples formas, como ver milagros y vidas transformadas, e incluso sentir que nuestra propia vida es un éxito al lado de Jesús. Pero de repente nos equivocamos o simplemente nos olvidamos de que Él es quien nos llevó hasta ese lugar. Es ahí donde pensamos en lo que dice esta frase "pensar que sin Jesús estamos mejor".

Este mismo sentimiento lo experimentó Pedro tras negar a Jesús. Pedro era uno de esos cristianos que no se conformaba con calentar la silla, sino que estaba verdaderamente involucrado. Fue el único de los discípulos de Jesús que caminó sobre el agua y al que Jesús le dijo que había tenido una revelación directa de parte de Dios. Sin embargo, cometió un error al negar a Jesús antes de Su crucifixión y simplemente se olvidó de Él.

Pedro no se detuvo a pensar en si lo que había hecho estaba bien o mal, sino que simplemente se fue a hacer lo que sabía hacer: pescar. ¿Cuántas veces nos sucede lo mismo? Caminamos con Jesús, vemos Su poder y nos pasan cosas espectaculares, pero luego de un tropiezo, como si fuera un acto reflejo, bajamos la guardia y nos alejamos de Él pensando cosas como: "Esto de Jesús no es para mí, mejor me dedico a lo que yo sé hacer".

Nos sentimos cómodos en nuestra zona de confort y, sobre todo, con el control de todo, por lo que tomamos nuestras propias decisiones. Pero si hoy estás pensando que sin Jesús estás mejor, déjame decirte que no es así. Pedro se fue a hacer lo que sabía, y no fue hasta que llegó Jesús que no pudo pescar nada. Siempre estamos mejor con Jesús. No importa lo que hayamos pasado, Él siempre nos abraza y nos recibe con amor.