Con emociones heridas, no das frutoMuestra

¿Cómo nos afecta en nuestras relaciones dentro y fuera de la iglesia?

Nuestras emociones interfieren en nuestro criterio porque nuestra naturaleza (pecaminosa) ha corrompido nuestras emociones.

Cuando emocionalmente no hemos sido sanos o no hemos aprendido a ceder el control de nuestras emociones a Dios, estas nos pueden llevar a afectar nuestras relaciones y; aquí en específico quiero hacer alusión a que pueden interferir directamente la manera en la cual nos relacionamos con la iglesia y con Dios, evitando que podamos dar fruto en nuestra vida espiritual, ministerio o propósito de Dios.

No seremos firmes ya que nuestras emociones constantemente nos van a estar controlando y nuestra fe siendo influenciada por las mismas, llevándonos a no confiar en Dios.

El servicio en la congregación es bueno porque trabaja directamente con tu carácter y amor a los hermanos en la fe, pero en ocasiones, podemos estar utilizando el servicio inconscientemente para llenar vacíos y heridas de las cuales no hemos sido consientes que tenemos que sanar. El activismo, muchas veces, es enemigo de poder ver nuestra realidad a la luz de la Palabra.