Con emociones heridas, no das frutoMuestra

Dios nos dio emociones

Los seres humanos respondemos físicamente a las cosas de este mundo, por supuesto, pero también respondemos espiritualmente. Nuestras almas reaccionan, y esto es lo que llamamos "emoción". El tema de las emociones humanas es una prueba de que Dios también tiene emociones, ya que nos creó a Su imagen y semejanza (Génesis 1:27).

Las emociones son buenas desde el punto en que Dios nos las dio para poder conocer más sobre nosotros mismos. Por medio de estas, podemos entender un poco o mucho cómo está nuestro corazón.

¿No te ha pasado que te dicen...?

“¡Qué corajudo eres!” y tú crees que así eres en realidad, pero no piensas que quizá tienes una ofensa guardada, una herida que te dejaron de pequeño.

“¡Qué miedoso eres!” pero no has pensado que quizá de niño no desarrollaron en ti una autoestima sana, y por ello, ahora te da temor dar pasos o tomar decisiones.

O sientes que tienes una tendencia a estar triste o decaído, pero no logras ver que quizá estás lastimado desde mucho tiempo atrás; solo se te hizo normal vivir así.

Es muy complicado, en ocasiones, poder detectar qué es lo que tiene nuestro corazón; y es ahí donde necesitamos la ayuda del Espíritu Santo de Dios para que nos muestre y revele lo que hay ahí, donde solo Él conoce.

Al estarnos relacionando con la Palabra de Dios y el Espíritu Santo, empezamos a ver frutos en nuestras vidas. Tales frutos son:

Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza (Gálatas 5:22-23).