FUEGO AMIGOMuestra
El fuego amigo es una de las cosas más desalentadoras para un ejército.
Es cuando, en medio de la confusión de una batalla, un soldado es asesinado sin quererlo, por alguien de su propio batallón. Sucede muchas veces y siempre es triste.
¿Podes imaginar a un padre cuando recibe la noticia de que su hijo murió en la batalla, pero no por el enemigo, sino por un soldado que era su amigo?
La historia militar es muy dura, pero creo que tu sensación cuando recibiste fuego amigo, también ha sido una sensación difícil. Ese amigo que te criticó, el familiar que traicionó tu confianza o cualquier persona que sentiste que estaba dañando tu imagen, cuando antes estaba de tu lado.
Vamos, sincérate hoy.
En las personas cercanas, hay fuego amigo.
En tu trabajo, emprendimiento, en la sociedad que iniciaste, puede haber fuego amigo. En la familia, ocurre muchas veces el fuego amigo.
En la Iglesia… también existe.
Es triste cuando vemos que este fuego no se dispara por accidente, sino cuándo algunas personas “justificadas” por una arrogancia espiritual, sienten que tienen el derecho a juzgar a otros, quienes según ellos, están equivocados.
Hay un dicho popular del pasado, que me parece nefasto y estoy convencido que como Iglesia lo vamos a revertir y es: “Somos el único ejército que abandona a sus heridos”.
¿Alguna vez experimentaste el fuego amigo? ¿Qué sentiste?
Estuve ahí. La impotencia, frustración, la decepción de quien menos lo pensabas. Pero sí, terminó disparando fuego amigo, y te hirió.
¿Cómo te fue con esto de no dispararle a quiénes estaban de tu mismo bando?
¿Alguna vez fuiste quién apretó el gatillo del fuego amigo?
El fuego amigo, es uno de los recursos más utilizados por el enemigo, para detener los planes de Dios en tu vida y en la de quiénes te rodean.
El fuego amigo es uno de los recursos más repetidos en la historia de la Biblia que el enemigo utiliza para detener los planes de Dios.
Judas con Jesús, una historia conocida.
Saúl con David, un rey, que en vez de generar una transición saludable al rey que lo sucedería, intentó matarlo y lo persiguió durante años. Persiguió a quién era su músico, su mejor soldado, el mejor amigo de su hijo.
Caín con Abel, un hermano, asesinando al otro por su envidia.
Cada historia se ve muy trágica, pero en sus inicios, se gestaron a través de actitudes que todos podemos tener día a día.
Judas, antes de traicionar a Jesús para que sea asesinado en una cruz, criticó que se haga algo en su honor. Criticó que lo amen. Murmuró contra el valor de su persona, como la gran mayoría, alguna vez, criticamos a alguien.
David ya había matado a Goliat. Era el ayudante especial de Saúl, pero el alumno estaba superando al maestro, y los celos empezaron a jugar su papel.
Celos que tal vez sentiste en algún momento de tu vida.
Caín asesinando a su hermano Abel, guiado por el enojo, la amargura y la envidia.
Sentimientos que tal vez tuviste en algún momento de tu vida.
Las 3 historias tuvieron un final trágico, pero iniciaron, con situaciones cotidianas y normales.
¿Hay algún hábito en tu vida que pueda llevarte a un final trágico?
¿Estás permitiendo que de tu boca salgan palabras que terminen en finales tristes?
¿Cómo son las palabras que salen de tu corazón hacia quiénes te rodean, te lideran y te corrigen?
Acerca de este Plan
El fuego amigo, es uno de los recursos más utilizados por el enemigo, para detener los planes de Dios en tu vida y en la de quiénes te rodean.
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Nos gustaría agradecer a Leo Genobar por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.caudaldevida.com/