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“Ray Lewis muestra un versículo bíblico en su camiseta y zapatos mientras conduce a los Cuervos a la victoria del Super Bowl”

Super Bowl XLVII (3 de febrero de 2013): Baltimore Ravens 34, San Francisco 49ers 31

No faltaron los apodos inteligentes para el Super Bowl XLVII. El “Bro Bowl”, el “Harbaugh Bowl”, el “HarBowl” y el “Super Baugh” fueron algunas de las formas en las que los periodistas y los fanáticos rindieron homenaje al primer enfrentamiento entre dos entrenadores rivales que también eran hermanos: John Harbaugh de Baltimore y San Jim Harbaugh de Francisco.

Pero eventualmente, el foco de la conversación regresó al campo donde los atletas estrellas como el receptor de los Ravens, Anquan Boldin, y el mariscal de campo de los 49ers, Colin Kaepernick, estaban listos para brillar.

Al principio, parecía que Baltimore se iba a quedar con el campeonato. Los Ravens tomaron una ventaja dominante de 21-6 para el entretiempo y rápidamente ampliaron esa ventaja en el inicio del tercer cuarto gracias al kickoff respuesta de 108 yardas de Jacoby Jones.

Luego, las luces dentro del Superdomo se apagaron inexplicablemente causando una interrupción del juego de 34 minutos. Una vez que se reanudó el juego, San Francisco se robó todo el impulso y orquestó una remontada notable que resultó en uno de los finales más emocionantes en la historia del Super Bowl.

Con 34-29 al final del último cuarto, los 49ers tuvieron cuatro oportunidades de anotar el touchdown de la ventaja desde la yarda siete de los Ravens. Pero la defensa de Baltimore, anclada por el legendario Ray Lewis, se mantuvo fuerte y aseguró el segundo título de Super Bowl de la franquicia.

Al final del juego, Lewis se quitó la camiseta para revelar una camiseta negra con "Salmo 91" impreso enfrente. Sus zapatos llevaban la misma referencia al salmo que se conoce como "El salmo de protección". Fue por citar el versículo final que Lewis se hizo conocido:

"Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación". (Salmo 91:16) (RVR1960)

Para Lewis, todo el salmo era muy significativo. Durante 13 años, había sido una figura controvertida dentro de la NFL. Después de la temporada 2000, Lewis casi lo pierde todo en una fiesta del Super Bowl en Atlanta cuando estalló una pelea y dos jóvenes murieron trágicamente. Él y dos amigos fueron acusados ​​de homicidio y agresión agravada, pero los cargos se retiraron cuando aceptó alegar un cargo menor y testificar contra los otros hombres.

A partir de ahí, Lewis inició un largo proceso de examen de conciencia que lo obligó a realizar grandes cambios en su vida. Experimentó una renovación espiritual y se comprometió a ayudar a otros a evitar cometer los mismos errores que él cometió.

"Nunca lo hagas como yo lo hice, porque nadie lo logrará", dijo Lewis a The New York Times. “Tienes que estar dispuesto a caminar en una tormenta. Eso es lo que le digo a la gente todo el tiempo. Si hay algo en tu vida que debes cambiar, asegúrate de cambiarlo antes de que Dios tenga que cambiarlo. Porque si Dios lo hace, no te va a gustar".

El Salmo 91 también fue relevante para Lewis debido a la conexión que sentía con su escritor original. Se relacionó con los fracasos morales del rey David y se dio cuenta de que necesitaba apartarse de sus pecados y servir a Dios.

"Para mí, a través de los altibajos de 17 años, debes encontrar un lugar seguro", dijo Lewis. "Tienes que encontrar ese lugar tranquilo en tu cabeza, y cada vez que la leo, cada vez que la abro, mi Biblia, la primera Escritura es el Salmo 91".