Fútbol Profesional y La BibliaMuestra
"El versículo de la Biblia trae paz a Brian Kinchen en medio de un viaje tumultuoso a los heroicos equipos especiales"
Super Bowl XXXVIII (1 de febrero de 2004): New England Patriots 32, Carolina Panthers 29
Cuando los New England Patriots llamaron a Brian Kinchen a finales de la temporada de la NFL 2003, fue un acontecimiento impactante para el atleta retirado devenido en maestro y entrenador de secundaria. Kinchen había estado fuera del juego durante casi tres años y se quedó estupefacto cuando un equipo con destino a los playoffs le ofreció una prueba para reemplazar no a uno, sino a dos large snappers lesionados.
Ganó el puesto un día después e hizo todo lo posible para recuperar la forma que había desarrollado durante una venerable carrera de 12 años. Sin embargo, después de dos sólidos partidos de temporada regular, Kinchen comenzó a sentir la presión durante los playoffs. El peso de una aparición cada vez más probable en el Super Bowl se hizo más pesado con cada golpe. Las cosas solo empeoraron cuando el equipo llegó a Houston una semana antes del gran juego y Kinchen consideró pedirle a los oficiales del equipo que lo enviaran a casa.
Pero durante sus luchas internas, leyó un versículo del Antiguo Testamento que le dio el valor para superar las dudas que atormentaban su mente.
“El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre. Pues Dios juzgará toda obra, buena o mala, aun la realizada en secreto.” (Eclesiastés 12: 13-14) (NVI)
El domingo del Super Bowl, Kinchen todavía estaba luchando contra los nervios y oraba para que el juego no se redujera a una patada. Esa oración en particular quedó sin respuesta cuando el mariscal de campo Tom Brady hizo marchar a los Patriots por el campo y preparó un intento de gol de campo ganador del juego para Adam Vinatieri con solo nueve segundos en el reloj.
Kinchen se colocó sobre la pelota y se apoyó en ese pasaje de Eclesiastés una vez más. Su glope fue perfecto y la patada fue precisa. Nueva Inglaterra derrotó a Carolina 32-29 en uno de los Super Bowls más emocionantes en la historia de la NFL.
No mucho después de su heroico momento, Kinchen se daría cuenta del mayor propósito detrás de todo.
"No podría lograr lo que tenía que hacer sin Dios", dijo Kinchen a CBN. "Era como si me estuviera desnudando ... solo para depender de Él, porque no tenía ni idea de adónde iba esa pelota".
Super Bowl XXXVIII (1 de febrero de 2004): New England Patriots 32, Carolina Panthers 29
Cuando los New England Patriots llamaron a Brian Kinchen a finales de la temporada de la NFL 2003, fue un acontecimiento impactante para el atleta retirado devenido en maestro y entrenador de secundaria. Kinchen había estado fuera del juego durante casi tres años y se quedó estupefacto cuando un equipo con destino a los playoffs le ofreció una prueba para reemplazar no a uno, sino a dos large snappers lesionados.
Ganó el puesto un día después e hizo todo lo posible para recuperar la forma que había desarrollado durante una venerable carrera de 12 años. Sin embargo, después de dos sólidos partidos de temporada regular, Kinchen comenzó a sentir la presión durante los playoffs. El peso de una aparición cada vez más probable en el Super Bowl se hizo más pesado con cada golpe. Las cosas solo empeoraron cuando el equipo llegó a Houston una semana antes del gran juego y Kinchen consideró pedirle a los oficiales del equipo que lo enviaran a casa.
Pero durante sus luchas internas, leyó un versículo del Antiguo Testamento que le dio el valor para superar las dudas que atormentaban su mente.
“El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre. Pues Dios juzgará toda obra, buena o mala, aun la realizada en secreto.” (Eclesiastés 12: 13-14) (NVI)
El domingo del Super Bowl, Kinchen todavía estaba luchando contra los nervios y oraba para que el juego no se redujera a una patada. Esa oración en particular quedó sin respuesta cuando el mariscal de campo Tom Brady hizo marchar a los Patriots por el campo y preparó un intento de gol de campo ganador del juego para Adam Vinatieri con solo nueve segundos en el reloj.
Kinchen se colocó sobre la pelota y se apoyó en ese pasaje de Eclesiastés una vez más. Su glope fue perfecto y la patada fue precisa. Nueva Inglaterra derrotó a Carolina 32-29 en uno de los Super Bowls más emocionantes en la historia de la NFL.
No mucho después de su heroico momento, Kinchen se daría cuenta del mayor propósito detrás de todo.
"No podría lograr lo que tenía que hacer sin Dios", dijo Kinchen a CBN. "Era como si me estuviera desnudando ... solo para depender de Él, porque no tenía ni idea de adónde iba esa pelota".
Escrituras
Acerca de este Plan
¡Si eres un aficionado del fútbol Americano profesional no te puedes perder este plan del Museo de la Biblia! Aprende cerca del papel que tiene la Biblia en la vida de algunos momentos más icónicos en la historia del campeonato del NFL. Desde grandes legendarios como Vince Lombardi y Mike Singletary a estrellas recientes como Ray Lewis y Russel Wilson este plan comparte versículos bíblicos que los inspiró a grandeza y les ayudó a superar la decepción. ¡Incluye 10 historias que iluminan el papel de la Biblia en el más grande partido del fútbol profesional!
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Nos gustaría agradecer a Musesum of the Bible por proveer este plan. Para más información, por favor visita: www.museumofthebible.org