Escudriñad Las EscriturasMuestra
“Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal"(Hebreos 5:14 RVR1960).
Cualquier cosa a la que esté expuesto tu cuerpo, eso es lo que practicará. Puedes practicar la justicia tan fácilmente como puedes practicar la injusticia.
Si alguna vez has fumado un cigarrillo, la primera vez que fumaste, probablemente, tosiste y escupiste y continuaste, porque no es natural poner humo dentro de tus pulmones. Tenías que aprender a hacer eso. Tenías que practicar hasta que pudieras manejar el humo en tus pulmones.
¿Tiene eso algún sentido? No. Pero, te pareció absolutamente sensato cuando estabas en la oscuridad.
Ahora, eso es una tontería. Pero tuvo sentido cuando caminaste hacia allí en la oscuridad, antes de que nacieras de nuevo.
Cuando tomaste tu primer trago de whisky, me imagino que casi te sentiste bien. Era difícil de tragar, especialmente si lo bebías solo. Tenías que aprender cómo repitiendo el procedimiento.
Bueno, eso es exactamente lo que te sucede al andar recto delante de Dios. Aprendes con la práctica.
Cuando empiezas, puedes decirte a ti mismo, no voy a fumar más. Y emprenderás tu camino y tal vez fracases.
Si te equivocas, ¿qué haces? Te arrepientes y dices: “Señor, me aferro a Ti. Estoy dejando esto atrás. Ayúdame a hacer esto. Creo que estoy libre de eso. Y saldrás de eso.
El poder de Dios te ayudará. No es solo fuerza de voluntad. Tu fuerza de voluntad está ahí para tomar la decisión. Pero el poder de Dios es lo que te empodera para defender lo que sabes que Dios quiere que hagas.
Ahora, una persona que no ha nacido de nuevo no tiene el poder de Dios porque su espíritu está muerto y no hay vida de Dios en ellos. La fuerza de voluntad es todo lo que tienen.
Pero tú tienes una unción para crucificar la carne. Llámalo. Di: “Carne, no vas a gobernar aquí. No vas a salirte con la tuya aquí. Estoy sirviendo a Dios. No voy a hacer y practicar las cosas que desagradan a Dios. Voy a practicar la justicia". ¡Aleluya!
Iglesia La Embajada.
Escrituras
Acerca de este Plan
El modo de saber si lo que alguien dice de Dios es cierto, es escudriñar las Escrituras para ver si esto es así. Nada que no cuente con el testimonio de las Escrituras se puede considerar como verdadero. Esto es una de las mejores prácticas que podemos asumir como creyentes. Sabemos que es un mandato del Señor. Pero hoy, cuando la tecnología nos inunda y las actividades del día a día nos agobian, nos excusamos en la gracia de Dios y lo pasamos por alto. Esta negligencia nos ha conducido más y más a la impiedad.Tanto que algunos cristianos, consciente o inconscientemente, ante cualquier problema por pequeño que parezca recurren primero a las los hombres antes que ir al consejo perfecto y eterno de Dios.
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Nos gustaría agradecer a Julio Arboleda por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesialaembajada.org/