¿En Quién Está Tu Identidad?Muestra

“Reflexionemos”

En quién nos estamos convirtiendo, como quién nos estamos comportando, quién está influyendo en nuestra vida; tanto que somos una copia de aquel en quien nos estamos enfocando, en quien está nuestra identidad. Si es en Jesús, maravilloso, tenemos garantizada la prosperidad de nuestro espíritu; pero vaya peligro si no es en Él, en quien están puestos nuestros ojos.

Muchas veces sin que las personas se den cuenta, terminan pareciéndose a aquella persona en quien han determinado poner su mirada; por insensatez, por falta de conocimiento de la Palabra, por falta de conocimiento del Padre, por falta de identidad, por inmadurez; etc. Sin ser conscientes de ello, terminan adoptando hasta los mismos gestos, actitudes, características, manías y comportamientos de aquella persona a quien en su momento empezaron a admirar por lo que Cristo Jesús ha hecho en su vida, desenfocándose de Cristo; terminando con sus ojos puestos en el hombre, imitando al final el carácter del hombre más no el carácter de Cristo revelado a través de ese hombre.

Es una realidad, es evidente en muchos cristianos, la falta de identidad en Cristo; una cosa es que imitemos como lo dice la Palabra, todo aquello que Cristo Jesús provoca en las personas; es decir, la disciplina, la pasión, el amor y la obediencia radical con la que buscan agradar a nuestro Padre, produciendo en ellos el carácter de Cristo, para poder cumplir ese propósito de adoración en espíritu y en Verdad. Sin embargo, tengan la plena certeza de que la transformación que el Espíritu provocará en cada uno, será acorde a las necesidades de nuestro carácter, de la vida que llevamos y del propósito de Dios en cada uno conforme a Cristo. El Señor, no nos llevará a hacernos igual a otra persona que no sea Cristo Jesús; y este es el error que muchos cometen, por la línea tan delgada que hay en imitar lo que el hombre es en Cristo. Pablo, por ejemplo, les decía a los Corintios que lo imitaran a él como él imitaba a Cristo; es decir, los estaba llevando a imitar a Cristo en realidad, nada de la personalidad de Pablo, nada del carácter de Pablo, nada de su naturaleza humana e imperfecta. Este es el error de muchos cristianos, viven imitando lo que el hombre es en su naturaleza humana, creyendo que es Cristo manifestándose; por eso, terminan frustrados y estancados en el mismo punto.

Fuimos creados con una esencia única por el Padre, esa esencia será usada por Él, moldeada y alineada al carácter de Cristo Jesús, para cumplir sus propósitos. Reflexionemos, ¿es en Cristo Jesús en quien están puestos nuestros ojos? Si es así, es Su carácter el que se manifestará en nosotros; no el carácter de un simple mortal al que se esté sobreponiendo por encima de Jesús y quien se ha convertido para muchos en su faro y su meta. ¡Alertas!