[Singularidad de Cristo] El rol único de JesúsMuestra
El testimonio del rol de Jesús
En el ámbito jurídico y científico, la verdad se establece mediante una «Declaración de prueba». La declaración de prueba de Dios llegó a través de las muchas profecías de las Escrituras que presagiaban la venida de Jesús y cuál sería Su papel.
Durante Su paso por la Tierra, Jesús, el Hijo de Dios, afirmó el papel que Dios le había otorgado con varios testimonios de Sí mismo como Mesías. Declaró este hecho a Sus discípulos, al pueblo y a los líderes religiosos. Lamentablemente, no todos aceptaron o comprendieron Sus palabras.
La declaración de Jesús, de que era el Mesías, no bastaba para que se considerara una verdad establecida. Jesús tuvo que demostrar que era el Mesías ante muchos testigos que dieran fe de que las profecías de Dios eran una realidad en Él. Sus palabras y acciones eran la prueba misma de Su papel mesiánico para el pueblo de Dios y el resto de la humanidad.
Además, también vemos varias veces en las Escrituras cómo otros verificaron la verdad del papel único de Jesús.
Desde el nacimiento de Jesús, hubo testigos que atestiguaron que Él era el Mesías. Los ángeles declararon esta verdad a los pastores, y por eso vinieron y adoraron a Jesús recién nacido en el pesebre.
En la dedicación de Jesús en el templo, Simeón, un hombre que estaba orando, lleno del Espíritu Santo, dio testimonio de Él y lo mismo hizo Ana, la profeta.
Juan el Bautista también dijo de Jesús que era el Cordero que quitaba el pecado del mundo.
En el Bautismo de Jesús, el propio Dios Padre afirmó que Jesús era Su Hijo amado en quien se complacía.
Los discípulos de Jesús confirmaron que Él era el Mesías, el Hijo del Dios vivo, por lo que le oyeron y le vieron hacer.
Marta, la hermana de Lázaro, y otros seguidores de Jesús también gritaron que Él era el enviado de Dios.
Incluso después de la muerte de Jesús en la cruz, los soldados romanos que antes no le creían, declararon que Jesús era el Mesías tras experimentar los acontecimientos únicos que sucedieron en Su muerte.
A pesar de que los judíos de Su tiempo le conocían y vieron múltiples pruebas de Su singularidad, no todos le aceptaron. Habían oído las profecías y esperaban un conquistador que les rescatara de la opresión romana. Para ellos, Jesús no se ajustaba a sus nociones preconcebidas de lo que sería el Mesías prometido por Dios.
Los pocos que creyeron en Él y le siguieron fueron testigos del cumplimiento de Sus maravillosas promesas.
Sin embargo, Jesús no vino para liberar a la nación de la esclavitud física. Su función única era dar, al pueblo de Israel y al resto de la humanidad, algo más grande que nadie podría arrebatarles. Jesús vino a eliminar la opresión del pecado y a liberar a la humanidad del cautiverio.
Incluso con tantos testigos, algunos seguían sin creer en Él por miedo o vacilación. Hoy vemos el mismo dilema. Sin embargo, por Su gracia, Jesús da a la humanidad la oportunidad de creer en Él y seguirle. Mediante la fe en Él y en Su obra en la cruz, podemos ser liberados del pecado y tener vida eterna.
Gracias, Padre, porque Tu Hijo se hizo como nosotros para darnos vida en abundancia.
Acerca de este Plan
En esta parte de la serie «La singularidad de Cristo», el pastor Mark Rae nos guía para que meditemos sobre el papel singular de Jesús como Mesías o Ungido. Múltiples pasajes de la Biblia nos cuentan lo que Jesús y otros dijeron sobre Su rol y cómo reaccionó la gente ante ello. ¿Cómo podríamos responder mejor al rol único de Jesús?
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Un agradecimiento especial al Dr. Mark Rae del Centro Grace para el Desarrollo Espiritual (GCSD) bajo la Escuela de Teología Grace, en asociación con El Centro Network, por proporcionar este plan devocional. Para más información visite: https://www.gsot.edu/center/ y http://www.elcentronetwork.com.