Justo JuicioMuestra

Como personas caídas, tenemos impedimentos para ver con claridad.

Por causa de nuestro pecado, a veces nos cuesta ver con claridad. Si eres como yo, sabes lo fácil que es señalar los errores y deficiencias de otros. La Biblia nos advierte sobre juzgar de esta manera. Jesús dice en Mateo 7 que no juzguemos, porque así como juzgamos a los demás, seremos juzgados nosotros también.

Es importante tener en cuenta que Jesús no está dando a entender que siempre está mal juzgar a los demás. No está en contra del acto de juzgar, más bien está en contra de la actitud al juzgar.

Recuerda que juzgar es simplemente distinguir entre lo bueno y lo malo y sacar una opinión, en base a la Palabra de Dios. ¡Esa forma de juzgar es buena! Pero cuando se cruza la línea fina de “juzgar” hacia “condenar”, ahí es donde caemos.

Hay personas que juzgan incorrectamente. Son buenos para señalar tus errores pero no tienen idea, intención, o la capacidad para ayudarte. También hay personas que juzgan con la actitud correcta. Estas personas se juzgan a sí mismo primero, reconociendo sus faltas y tomando pasos para sacar la viga de su propio ojo para así ver con claridad. Después de hacer eso, con humildad, se encargan de ayudar a otros a no solo reconocer lo que les impide ver con claridad, sino a extraerlo para que ellos también puedan ver con claridad.

Tener una astilla en el ojo es terrible y difícil de sacar si no tienes un espejo o a alguien para ayudarte. Tener la actitud correcta al juzgar nos da la habilidad de sacar la astilla del ojo de nuestro hermano o nuestra hermana. Por eso Jesús ofrece dos pasos para poder juzgar de manera correcta:

Paso 1: Saca primero la viga de tu propio ojo para poder ver con claridad.

Paso 2: Cuando puedas ver con claridad, saca la viga del ojo de tu hermano.

¿Tienes una viga en tu propio ojo? Como personas caídas, tenemos impedimentos para ver con claridad. Pídele a Dios para que te ayude a identificar aquello que no te deja ver con claridad para que así puedas ayudar a tu familia en la fe.