Él dijo, ella dice: El poder de orar la Palabra de DiosMuestra

Lo que dijo sobre la soledad

¿No es sorprendente que las palabras solo y solitario sean tan similares, pero puedes ser lo opuesto a solo, pero aún así solo? Puedes estar en una sala llena de gente, en una iglesia con bancos llenos, en una fiesta con mujeres que hablan y ríen, y aún así sentirte completamente solo.

Algo hermoso sucede en el capítulo diecinueve de Juan. María, la madre de Jesús, se quedó mirando a su Hijo mientras lo clavaban en una cruz. Observó cómo Él era torturado y burlado. Observó, sabiendo que pronto le faltaría una pieza en su vida. Y fue entonces cuando Jesús hizo algo hermoso. Él no le gritó, diciendo: “¡Mujer! ¡SABES que esto es parte del plan de Dios! ¡La muerte sucede! ¡Supéralo!". Él no la miró y gritó: “¡Detén tus lágrimas! ¡Estarás bien, por llorar en voz alta!”. No, nuestro precioso y amoroso Jesús miró a Su madre mientras estaba junto a Su discípulo Juan y dijo: "Querida mujer, aquí está tu hijo", y en ese momento, le hizo saber que no estaba sola al colocar a Juan en su vida.

Y en este momento, Él ha hecho lo mismo por ti. No importa si literalmente estás solo o simplemente sientes que no perteneces, Él quiere convertir tu soledad en una relación amorosa con Él. No lo alejes. Siempre perteneces con y para Él.

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De "Él dijo, ella dice", por Allyson McElroy de On3Ministries.com