LaberintosMuestra

Un llamado de emergencia.

Nuestras vidas algunas veces parecen laberintos, en dónde nos sentimos con angustia y desesperación. Hay circunstancias que nos hacen sentir solos, abandonados, desesperados y que nos hacen creer que es el fin, que estamos perdidos sin salida.

Si te has sentido de esta forma, hoy Dios te recuerda que no estás perdida/o.

Cuando algo o alguien está perdido o extraviado es porque se desconoce en dónde está, en qué lugar se encuentra. Y, ¿te digo algo? Dios sí lo sabe, sabe exactamente en qué lugar y en qué parte del laberinto estás. Él sabe cómo te sientes , la angustia, la confusión, los temores y sentimientos de abandono que experimentas, pero también conoce los planes que tiene para tu vida.

Aquel que conoce cuando te sientas y levantas, Aquel que conoce tus pensamientos y escudriña tu corazón, Aquel que conoce cuántos cabellos hay en tu cabeza, es el mismo que te dice: "Aunque tu Padre y tu madre te dejen, yo no lo haré, yo nunca te olvidaré". Y es el mismo que quiere sacarte de los laberintos en los que has andado.

El llamado de emergencia no es el número 911, sino un clamor.

Él vendrá por ti, ten esa seguridad, no te dejará ni te abandonará. Él cumplirá Su propósito en ti, Él te responderá. Aunque es fiel ha dicho que todo el que pide, recibe; y el que busca, halla y al que llama, se le abrirá. Solo basta un clamor a Su Nombre, solo invoca el Nombre de Dios.

Oración:

Dios, invoco tu Santo Nombre porque Tú eres Bueno y no menosprecias ni abominas mi aflicción. Tú la conoces, ante Ti nada es oculto, y Tú no escondes tu rostro de mí ni me olvidas. Sino que cuando clamo a Ti, Tú me oyes. Hoy te pido que llenes mi vacío, quita todo sentimiento de abandono y de soledad, aparta de mí la confusión, ayúdame a experimentar Tu presencia y ver Tu dirección en cada laberinto. Recuérdame el propósito que tienes para mi vida. En el nombre de Tu amado Hijo Jesús, amén.