Día 2

En Navidad puede haber tanto ajetreo y bullicio que si no tenemos cuidado podríamos ignorar la voz del Señor. Estamos tan ocupados con nuestros planes y listas de tareas pendientes que podemos perder momentos importantes. ¡No queremos que nos interrumpan! ¡Tenemos cosas que hacer! Pero a menudo, Dios obra mejor mediante la interrupción.

En la lectura de hoy vemos que Ananías fue interrumpido por Dios. Estoy seguro de que tenía un día completamente planeado en el que no pretendía ministrar a un asesino. Pero Dios le pidió que fuera a buscar a Saulo, el asesino de cristianos, y le ayudara a recuperar la vista. Cuando Ananías recibió la orden de marchar, dijo: "¿Estás seguro, Dios?" ¿No sabía Dios que Saulo había estado masacrando a los seguidores de Jesús? Pero la respuesta del Señor fue: "Ve de todos modos".

En esta temporada navideña tendrás momentos en los que te sentirás tentado a hacer esa pregunta. "Dios, ¿estás seguro?" Es posible que te pida que te disculpes aunque tu cónyuge sea el culpable. Invites a cenar al familiar separado aunque pueda resultar incómodo. Perdonar a tus padres aunque no lo merezcan.

Sigue a Jesús el tiempo suficiente y aprenderás que es común que Dios nos pida hacer algo en contra de nuestra voluntad. Por lo general, es inconveniente, vergonzoso e incluso peligroso. La obediencia y la conveniencia casi nunca son sinónimos. Ser obediente significa escuchar la palabra de Dios y actuar en consecuencia. Realmente no es obediencia si para empezar, la idea fue nuestra. La obediencia implica un choque de voluntades. Es dejar de lado lo que preferiríamos para alinear nuestra voluntad con la de Dios porque confiamos en que Él tiene un camino mejor.

Debido a que Ananías obedeció a Dios y arriesgó su vida para encontrar a Saulo, él estaba allí cuando Saulo recibió el Espíritu Santo y fue testigo de cómo se le caían las escamas de los ojos. ¡Entonces Ananías lo bautizó! Ananías jugó un papel decisivo en uno de los milagros de conversión y transformación que definen la fe en la historia: de Saulo a Pablo. Pablo se convertiría en uno de los más grandes misioneros y teólogos cristianos de todos los tiempos, escribió 13 de los 27 libros del Nuevo Testamento. La obediencia de Ananías precedió al ministerio milagroso de Pablo. Nunca se sabe lo que Dios puede hacer con un acto de fiel obediencia.

Pasos de acción: ¿Hay algo que el Señor te ha estado pidiendo que hagas y que aún no le has obedecido? ¿Qué paso puedes dar hoy hacia la obediencia?