¿Por Qué No Avanzo?Muestra

En la vida hay situaciones inesperadas, que nos introducen a dolores profundos y en ocasiones hasta injustas. Y es cierto que hay veces que cedemos ante ellas. Situaciones donde estoy seguro que, si te entregas por completo a Dios, vas a encontrar paz, restauración y alegría aún en medio del dolor.

Pero muchas otras veces, nos quedamos a mitad de camino del propósito de Dios, por estar peleando contra lo superficial.

Nos enfocamos tanto en situaciones que no podemos controlar, personas que nunca podremos manejar, y eso, nos desenfoca de lo realmente importante.

En el día 2 leímos sobre la armadura de Dios.

Hay algo llamativo en la misma, y es que el Apóstol Pablo, no menciona ningún accesorio de la armadura, que cubra tu espalda.

Esto es porque no hay nada que defienda a aquellos que se retiran de la guerra y le dan la espalda al propósito de Dios.

¡No te rindas! Tu enemigo es alguien que ya fue vencido hace más de dos mil años en una cruz.

Sigue luchando con la verdad, la justicia, hablando de Cristo, en fe, con el convencimiento de tu salvación, inspirado por la Palabra de Dios y en oración.

No busques enfrentamientos superficiales, no tapes las luchas más profundas por peleas vacías que sólo te desenfocan. Identifica cuáles son los verdaderos enemigos y determina avanzar con la armadura de la fe.

Sé diferente, marca un nuevo camino, dentro tuyo hay valentía para hacerlo. Cristo ya venció, y si te paras desde Su victoria en la cruz, la victoria también será tu identidad.

¿Cómo sería tu hogar si dejas de enfrentarte a las personas y te enfrentas al verdadero enemigo?

¿Cómo sería tu mañana si hoy dejas de luchar con lo superficial?

¿Cómo estarías si de una vez por todas eres libre de esa atadura que hace años no te deja vivir en paz?

¿Cuáles serían tus pensamientos si te enfocas en las verdades eternas de Dios para tu vida?

¿Cuáles serían tus palabras si hoy decides seguir las promesas de Dios con Su armadura?

¿Cuál sería tu oración si supieras que estás a una decisión de lograr tu victoria?

No hay manera de avanzar cuándo vives luchando contra lo superficial. Pero cuando decides iniciar el verdadero enfrentamiento, con la armadura de la fe, vences.

¡Avanzarás y cumplirás el propósito de Dios para tu vida!