¿A dónde voy?Ejemplo

¿Adónde voy con mi ansiedad?

¿Eres planificador? La planificación es buena. Es bueno pensar en el futuro, imaginar los problemas y desafíos del mañana, hacer un inventario de tus recursos y evaluar los riesgos. Es bueno tener un Plan B si tus primeros esfuerzos no funcionan.

Pero a veces la planificación se convierte en preocupación. Pensar demasiado en los problemas del mañana puede dejarte dando vueltas sobre la almohada, incapaz de relajarse y dormir. Demasiada planificación de contingencia puede dejarte incapaz de disfrutar la vida que está justo frente a ti en este momento. Vivir demasiado en el futuro te deja ansioso e inquieto porque no puedes hacer nada con los problemas que aún no han sucedido.

¿Adónde vas con tu ansiedad? donde más sino a tu Padre: “Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” Los paganos andan tras todas estas cosas, pero el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.” (Mateo 6:31-33).

Recuerda que no estás enfrentando tus desafíos solo: cuando llevas el yugo de Jesús, él está tirando de la carga justo a tu lado. Haz tu trabajo lo mejor que puedas. Pídele a Dios perdón por tus faltas y fortaleza por tus debilidades. Agradece a las personas que te ayudan y confía en ellas. Pon a Dios primero en tu vida, no a tus problemas. Dale tu adoración y confianza.

Y luego cierra los ojos y suelta tu carga.