Jesús vale la penaEjemplo

Jesús vale la pena

Jim Gaffigan, mi comediante favorito, tiene este chiste sobre los discípulos que tuvieron que dejarlo todo para seguir a Jesús. Olvidé sus palabras exactas, pero Gaffigan señala: “¡No es como si ellos fueran banqueros de inversión! '¿Tenemos que dejarlo todo, Jesús? Entonces, ¿dejar las cañas de pescar aquí?'”.

Pero la broma no funciona del todo con Mateo, el recaudador de impuestos (también conocido como Levi). Su profesión era igualmente inmoral y lucrativa, razón por la cual tanta gente lo despreciaba a él y a sus compañeros recaudadores de impuestos. Por lo tanto, cuando Jesús invitó a Mateo, había mucho en juego. Seguir a Jesús significaria dejar atrás su casa de lujo en Capernaum y abrazar la vida incierta de un discípulo viajero.

Pero Jesús valió la pena. “Sígueme, le dijo Jesús, y Leví se levantó, lo dejó todo y lo siguió” (Lucas 5:27-28). Había algo en Jesús, probablemente Su amor incondicional por los pecadores, que hizo que Mateo creyera que Jesús valía más que “todo” lo que tenía.

Jesús todavía vale la pena. Seguirlo te puede costar dinero, tiempo, energía, comodidad, popularidad, aceptación, placer, o un sinfín de cosas más que todos preferimos, pero caminar por la vida con el Único que puede perdonar tus pecados, dar remedio de la muerte y ofrecer un lugar en la presencia de Dios vale mucho más que cualquier otra cosa terrenal.

No importa lo que incluya tu “todo”, déjalo atrás. ¡Jesús lo vale!