La Ventaja InjustaMuestra

¿Qué pasaría si pudieras conocer a una persona más joven que está pasando por algunas de las cosas difíciles por las que ya has pasado?

¿Qué le dirías? ¿Cómo le podrías ayudar?

Hay un nivel de entendimiento que solo existe entre dos personas que han experimentado el mismo evento traumático – poder decir, «entiendo» es una extraña oportunidad. Tiene la capacidad de cambiar una vida. Puede alterar el curso de alguien que va en la dirección equivocada. Tu dolor es algo que puede inspirar a una persona. Es tu testimonio.

Pero tu testimonio no es para ti.

Creo que una de las muchas razones por las que estamos aquí en la tierra es para ayudar a quienes nos rodean. Por compartir tu testimonio con otros, puedes ayudarlos a superar sus propios obstáculos. Como creyentes, nuestra responsabilidad es compartir la Palabra siempre que podamos, y la verdad de la Palabra de Dios se encuentra en nuestros testimonios.

Les podemos decir a ellos, «Si pasas por resistencia, sigue. Recuerda estos momentos. Recuerda como te sentías y como los habías superado. Porque estas historias deben ser contadas para aquellos que también están pasando por lo que pasaste.»

La pérdida.

La enfermedad.

El divorcio.

La pobreza.

¡Estos tiempos dolorosos en nuestras vidas conducirán a tiempos más fuertes para nosotros mismos y para los demás!

Es increíble darte vuelta y mirar las montañas que has escalado, ver todo lo que has logrado incluso en medio del dolor. Tu testimonio te permitirá darte vuelta, sonreír y, si se usa correctamente, tu testimonio puede hacer lo mismo por los demás.

Hay una razón por el dolor. No estás caminando por este camino por accidente. Estas siendo moldeado en lo que se supone que debes llegar a ser. Tu historia es tu testimonio.

Y tu testimonio es tu fortaleza.

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