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TENTACIONES VS. PECADO

Un joven, un día, me pidió si podía ministrarle y orarle ya que estaba luchando contra un pecado, a lo que le respondí que no está luchando contra ningún pecado sino que está siendo vencido por él. El joven enojado me replica que no puedo decir eso, que no es correcto. Pero rápidamente, le compartí la Palabra de Dios que nos enseña que al pecado estamos muertos o esclavos y que solo podemos luchar contra las tentaciones y no contra el pecado.

El pecado está mas allá de la tentación, está dentro de la habitación de la tentación, y una vez entrada en ella no podemos salir sin mancha. Sepamos algunas cosas interesantes en cuanto a las tentaciones: a) Las tentaciones no son “sobrenaturales” sino todo lo contrario, y es por eso por lo que nos llegan a todos, b) Las tentaciones que enfrentemos no serán mas fuertes de lo que podamos soportar, por ende si cedemos a ellas es por decisión propia. c) Cada tentación viene con una puerta de salida para poder soportarla, y por último d) La tentación no es obra de Dios porque Dios no puede ser tentado por el mal.

Si deseamos vivir venciendo al pecado debemos entonces vencer las tentaciones que nos llegan cada día. Si estás intentando salir del pecado en el que estás empantanado la mejor manera es en primer lugar pedir perdón a Dios y luego prepararte para enfrentar cada día las tentaciones, abriendo la puerta de salida que viene con ella. La idea no es que te sientas culpable sino que seas responsable y no malgastes tus fuerzas en una lucha en vano contra el pecado, ya que el único que lo venció es Jesucristo y solo por Él podes salir de esa esclavitud. Pero luego, para mantenerte en esa posición, debes fortalecer tu voluntad con el Espíritu Santo y abrir la puerta que dice “EXIT” en verde y así vencer.

Oración: Dios te pido perdón por mis pecados, ayúdame a salir porque no quiero ser más esclavo de ellos. Perdóname y límpiame en el nombre de mi Salvador Jesucristo. Espíritu Santo entra en mí y dame las fuerzas espirituales que me ayuden a morir a mi voluntad al momento de escoger entre la tentación y la puerta de salida, amén.