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ORAR

Ya sabemos que velar es la primera clave para vencer las tentaciones y en este día veremos la segunda: Orar.

Jesús les pide a Sus discípulos que oren para no entrar en tentación en el versículo 41. Lo interesante de esto es que para escapar de las tentaciones no es suficiente estar velando atentos a nuestro entorno o escenario donde queremos vivir, sino que es fundamental la oración. Es por medio de ella que alimentamos nuestro espíritu para así permitir que Dios se haga fuerte en nuestra debilidad, porque “…El espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil" (Mateo 26:41b).

La oración fortalece nuestro espíritu y en esa comunión Dios nos muestra Sus planes y voluntad. Si avanzamos en la historia, veremos como Jesús actúa frente a la tentación mientras que Pedro y los demás solo reaccionan a ella, entrando en la tentación. Unos escapando y abandonando al Mesías y otro desde una mutilación de una oreja a una negación. Al observar detenidamente los hechos podemos notar que no fue más que el resultado de no estar en oración en Getsemaní. De lo contrario, a ellos también se les hubiese mostrado que Jesús sería entregado y arrestado para así cumplir con el plan de Dios por la humanidad. Jesús no entró en la tentación de escapar o resistir el arresto porque el Padre le había sido claro con tener que beber la copa amarga. A tal punto, que Él mismo les advirtió cuál era la tentación y cuál la puerta de salida.“…Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega" (Mateo 26:45-46).

Definitivamente es necesario velar en nuestros caminos en los días en que vivimos. Pero no si no está acompañado de la oración que nos fortalece el espíritu y mata nuestra débil carnalidad, mostrándonos la opción perfecta para vencer en la tentación.

Aprendamos de Jesús, quien veló y oró de manera que supo todo lo que habría de venir.

Oración: Padre entiendo que las tentaciones no dejarán de venir pero necesito volverme en oración cada mañana para vencerlas definitivamente. No solo velaré sino que también oraré para que en medio de mi camino pueda actuar frente a las tentaciones y no reaccionar por falta de conocimiento que solo viene como resultado de estar en comunión contigo. En el nombre de Jesús, amén.