Cómo resolver conflictos en el matrimonioMuestra

Cuando el conflicto permanece

La mayoría de los conflictos no vienen con el matrimonio, los llevamos al matrimonio con diferentes orígenes y se agravan por heridas no sanadas y falta de carácter. Resolver dichos conflictos internos y madurar en nuestro carácter nos garantiza buen relacionamiento interpersonal.

Muchos de nosotros empezamos con mucha expectativa en el matrimonio, pero entre la expectativa y el comportamiento hay un trecho. Y ese trecho debe estar lleno de “gracia”, es decir, paciencia, oración, perdón, servicio, amor incondicional y compromiso.

En el noviazgo a ese trecho lo llamamos “esperar lo mejor” en el matrimonio se convierte en “asumir lo peor".

¿Qué hago si tengo un cónyuge conflictivo?

• Concentrarme en lo único que puedo cambiar y sobre lo cual tengo control, o sea, yo mismo.

• Concentrarme en las cualidades positivas de mi cónyuge y darle gracias a Dios por él o ella a diario.

• Poner en acción la fe llamando a la existencia las cosas que esperamos como si ya fueran reales. Como lo declara Hebreos 11.1.

• Pedir a Dios que me ayude a ver a mi cónyuge, así como Él me ve.

• Dar lo que deseo recibir. Lucas 6.31.

• Tener paciencia mientras Dios obra en ambos. Efesios 4.2-3. Mientras esperas pon tu mirada en Dios y no en el comportamiento que manifiesta tu cónyuge.

• Declaren palabras de vida el uno sobre el otro. Isaías 55.11.

Conclusión:

Debemos asegurarnos de que nuestra familia sea un refugio seguro para los nuestros, un Edén actual y que sea un lugar al que todos quieran regresar al caer la tarde.

Además, nuestro matrimonio debería ser para nuestros hijos la prueba más contundente de la existencia de Dios, pudiendo experimentarlo a diario en nuestra casa mediante la paz y la armonía en la cual vivimos.

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