Volviendo Al LugarMuestra

Perfectos, en el espíritu no en el alma.

Creo necesario tocar este tema, para que podamos entender un poquito más el hermoso trabajo que realiza nuestro amado Espíritu Santo.

El nuevo nacimiento es un acontecimiento que pasa en el espíritu, difícil de entender, ni siquiera Nicodemo pudo entenderlo en una conversación con Jesús, y es necesario que, para ver el Reino de Dios, volvamos a nacer en el espíritu. El propósito mayor de la muerte de Cristo en el madero es abrirnos el camino de retorno al lugar donde siempre pertenecimos, por esto el nuevo nacimiento es esencial. Cuando nacemos de nuevo somos perfectos en espíritu.

Ahora mismo debes estar pensando: “¿Cómo que soy perfecto? Si lo que más hago es equivocarme”. Y, claro que comparto esa expresión, para nada somos perfectos en nuestro actuar, por eso es que dice perfectos en espíritu. Hay varias muestras de por qué una vez que nacemos de nuevo ocurre esto, pero quiero contarles mi favorita.

El templo de los judios para ofrecer sacrificios nos muestra cómo es que era el modo de justificar nuestras faltas antes de que Jesús viniera a la tierra, tenia el Atrio, el Lugar Santo y, lo que nos compete, el Lugar Santísimo que era el lugar donde estaba el arca del pacto y la presencia manifiesta de Dios. Pero no solo eso nos dice el templo si no que nos muestra la figura del Sumo Sacerdote. El Sumo Sacerdote era el encargado y el ÚNICO que podía entrar al Lugar Santísimo (donde habitaba la presencia de Dios). Era un lugar tan sagrado que el que entraba debía hacerlo con una cuerda amarrada a su alrededor y haciendo sonar una campanilla, esta cuerda era de tal extension que había gente afuera del templo listos para tirar el cuerpo de un sacerdote muerto si es que este no hubiera entrado a presentarse sin mancha, santo, puro… es decir PERFECTO.

La historia nos dice que Jesús murió y ahora tenemos libre acceso a disfrutar de Su presencia, lo que antes estaba reservado para un hombre (el Sumo Sacerdote) hoy esta disponible para todos, podemos estar en Su presencia, santa, llena de poder.

¿Cómo es que antes no podíamos estar ahí, en el Lugar Santísimo y ahora podemos presentarnos confiadamente ante Su presencia? Porque en el espíritu somos perfectos. Esto ocurrió en el mundo espiritual, nunca lo notamos, pero ahora podemos estar en Su presencia sin morir en el intento.

Ahora es tu alma la que requiere una transformación diaria, esto estará en transformación hasta que Jesús vuelva, necesitamos ir diariamente a Su presencia, al lugar que fue creado para nosotros, para ser transformados en nuestro carácter y cada día ser más como Jesús. así que podríamos colgarnos un letrero del cuello para que todos sepan que: “Estoy en proceso de perfeccionamiento de mi actuar, hasta que Cristo vuelva, ténganme paciencia”.