Dándole Su Lugar a Dios.Muestra

Un Dios lleno de poder.

Para darle Su lugar a Dios debemos reconocer que es poderoso, sublime y excelso; nunca debemos olvidar quien es Él y lo que desea hacer en nuestra vida.

La Palabra nos dice en Jeremías 10:12-15: “El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría; 13 a su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos. 14 Todo hombre se embrutece, y le falta ciencia; se avergüenza de su ídolo todo fundidor, porque mentirosa es su obra de fundición, y no hay espíritu en ella. 15 Vanidad son, obra vana; al tiempo de su castigo perecerán”. Podemos ver como el poder de Dios es sublime, va más allá de lo que podamos imaginar: es un Dios lleno de poder absoluto.

Si logramos asimilar la majestuosidad de nuestro Dios vamos a poder adorarle como Él lo merece; no es cualquier ser al que servimos y adoramos, es quien afirmo los cielos e hizo la tierra con todo lo que en ella habita. Es el mismo Dios que se sienta en Su poderoso trono allá en los cielos y cuyo estrado de Sus pies tiene en la tierra; este poderoso Dios es el que se hizo hombre por medio de Jesucristo, que dio Su vida por nosotros y que ahora habita en ti y en mí por medio de Su Santo Espíritu. Es el Dios que trasciende los tiempos y las edades porque es infinito; por Él existimos y por Él tenemos vida eterna; este es el Dios al que servimos y adoramos.

Pidamos al Padre que nos ayude en todo tiempo a que reconozcamos Su esencia y así le adoremos como lo mereces:

Padre Bueno, Tú que estás rodeado de poder y gloria, Tú que creaste todo lo que podemos ver e incluso lo invisible para nuestros ojos; Tú que reinas con poder y amor, a Ti nos acercamos en este día para darte honor y gloria, reconocemos Tu poder que es infinito y te pedimos, en el nombre de Jesús, que nos ayudes a ser humildes y permitamos que cumplas Tus planes y propósitos en nuestra vida, sacia nuestro ser de Tu presencia y danos de Tu gozo, de Tu paz y de Tu poder para seguir adelante todos los días de nuestra vida, amén.

Amado amigo, amada amiga, reconozcamos que solo mediante la gracia de Dios es que podemos seguir adelante.