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Pensamientos

En la mente se llevan a cabo la mayor parte de nuestras batallas. Allí llegan los pensamientos que tienen diferentes colores y que aportan y bendicen o nos cargan y preocupan. Es por ello que Dios nos ha dotado a nosotros con la mente de Cristo. Porque Su mente es sabia, llena de paz, confiada, santa, llena de fe.

Cuando internalizamos en nuestra mente la verdad de que Jesús está en nosotros y con nosotros, que Sus pensamientos son activos en nosotros por el poder del Espíritu Santo, comenzamos a tener una perspectiva más clara de cómo manejar nuestros pensamientos.

Pablo el apóstol, conociendo esta verdad tan esencial y relevante, ("Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo." 1 Cor. 2:16), nos aconseja a pensar en todo aquello que nos bendice y nos aleja de pensamientos traumáticos y negativos. En una acción totalmente intencionada y deliberada aceptamos y permitimos pensamientos que nos guardan de llegar a lugares sombríos que quieren acaparar nuestras mentes.

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Fil. 4:8

Se trata de que mandemos en nuestra mente, que mantengamos el control de nuestros pensamientos; que le demos entrada a lo bueno y desechemos lo malo, entendiendo por malo todo aquello que no nos bendice. Tenemos que ser como guerreros armados que velan a las puertas de una ciudad; enfatizo en la palabra “armados” porque de nada vale que se vigile un lugar esperando combatir al enemigo sin armas.

Entonces cuáles son nuestras armas, de qué manera podemos combatir los pensamientos que quieren entrar a nuestra mente. Pablo también lo especifica, “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” 2 Cor. 10:4-5

Es decir, amados, que Dios nos ha dotado con armas espirituales que nos permiten llevar todo pensamiento a la obediencia de Cristo. Aquello que quiera perturbarnos, quitarnos la fe, causarnos incertidumbre se tiene que enfrentar a las promesas de Dios, a Su Palabra, al poder de Dios que está en nosotros, a la autoridad que nos ha sido dada por el Espíritu Santo.

Cuanto más lo creamos más serán las batallas ganadas, más sujeta estará nuestra mente a la mente del Señor y más dominará Su paz en nuestros pensamientos. “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Fil. 4:7